Las personas concebidas en meses fríos podrían tener un índice de masa corporal más bajo

Tiempo de lectura: 2 minutos Luego de estudiar a más de 600 individuos, investigadores concluyeron que la estación en la que una persona es concebida puede favorecer ciertas características, como un índice de masa corporal más bajo y un mayor gasto energético.
Un estudio liderado por investigadores japoneses asoció el estrés térmico o exposición a bajas temperaturas como un factor que influye en el metabolismo y gasto energético de las personas concebidas en meses fríos. Por ejemplo, si ocurre en meses fríos, se es más propenso a una mayor actividad del tejido adiposo marrón, encargado de quemar calorías y producir calor corporal a partir de la grasa.
Tras analizar una muestra de 683 personas nacidos en Japón, de entre 3 y 78 años de edad, el equipo concluyó que el índice de masa corporal (IMC) tiene a ser más bajo y hay una menor acumulación de grasa alrededor de los órganos internos.
En detalle, la investigación consideró otros factores, como si los padres estuvieron expuestos a bajas temperaturas (entre el 17 de octubre y el 15 de abril) o cálidas (entre el 16 de abril y el 16 de octubre) durante los períodos de fecundación y nacimiento. Además de la densidad, actividad y termogénesis del adiposo marrón, un proceso de producción de calor en el organismo ante las reacciones metabólicas.
Época de fertilización influye en el metabolismo
Los resultados indicaron que las condiciones meteorológicas pueden influir en la fisiología humana, aún cuando los hábitos alimenticios y actividad física son clave para la pérdida de grasa.
En el caso de temperaturas frías, el cuerpo genera más calor (termogénesis inducida por el frío) a través de la actividad del tejido adiposo marrón, almacenando menos grasa en forma de tejido adiposo blanco en comparación a temperaturas cálidas.
Tras el hallazgo, el equipo apunta a que las personas concebidas durante el período frío mostraron una mayor actividad del tejido adiposo marrón, que se vinculó con un mayor gasto energético, un aumento de la termogénesis, una menor acumulación de grasa visceral y menor IMC en la edad adulta.
Lo anterior sostiene que la variación diaria de la temperatura y una temperatura ambiente más baja durante el período previo a la concepción sería crucial para determinar la actividad del tejido adiposo marrón.
Finalmente, los autores seguirán trabajando para determinar mecanismos subyacentes y las posibilidades de medir el impacto de otros cambios dietéticos y ambientales.