Chang’e 6 revela la edad del mayor cráter de la Luna: 4.250 millones de años

Tiempo de lectura: 2 minutos Utilizando muestras recolectadas por la misión china Chang’e 6, científicos determinaron que la Cuenca Aitken, el cráter más grande y antiguo de la Luna, tiene 4.250 millones de años.
La Luna lleva en su superficie las cicatrices de innumerables impactos. La Cuenca Aitken, una gigantesca depresión de 2.500 kilómetros de diámetro en la cara oculta lunar, es el testimonio del mayor de estos eventos. Hasta ahora, su edad se estimaba indirectamente mediante el conteo de cráteres y el análisis de meteoritos lunares, con resultados que variaban entre 4.260 y 4.330 millones de años.
La sonda Chang’e 6 alunizó en una zona basáltica dentro de la Cuenca Aitken, lo que permitió obtener una datación mucho más precisa. El equipo de investigación, liderado por Chen Yi del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, analizó minuciosamente 1.600 fragmentos de regolito, seleccionando 20 partículas para un estudio exhaustivo.
Estos fragmentos, mayores de 200 micrómetros, fueron sometidos a análisis petrográficos, geoquímicos y geocronológicos.
A pesar de compartir algunas características con las rocas de la cara visible de la Luna, las muestras de la Cuenca Aitken presentaban diferencias clave en su composición y distribución de elementos. Esto llevó a los científicos a concluir que se trataba de rocas formadas por el impacto.
La clave para determinar la edad del cráter se encontraba en diminutos minerales con contenido de zirconio. Mediante el análisis de isótopos de plomo en estos minerales, el equipo de Chen Yi estableció la edad de la Cuenca Aitken en 4.250 millones de años, aproximadamente 320 millones de años después de la formación del Sistema Solar.
El programa espacial chino y la exploración lunar
Este descubrimiento no solo aporta información crucial sobre la historia de la Luna, sino que también destaca el creciente protagonismo de China en la exploración espacial.
El programa Chang’e, bautizado en honor a la diosa china de la Luna, ha logrado hitos impresionantes en los últimos años. Desde el lanzamiento de su primera sonda en 2007, el programa ha culminado en el alunizaje de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en 2019, una hazaña sin precedentes. La misión Chang’e 6 y el análisis de las muestras recolectadas refuerzan la capacidad de China para contribuir significativamente a la comprensión del universo.
El estudio de la Cuenca Aitken abre nuevas vías para la investigación sobre la formación del Sistema Solar y la evolución de nuestro satélite natural. La precisión de la datación obtenida gracias a las muestras de Chang’e 6 permitirá refinar los modelos existentes y profundizar en los eventos que moldearon el sistema Tierra-Luna en sus primeras etapas.