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Pez Diablo: El terror de «Buscando a Nemo» que puede habitar hasta 2 mil metros de profundidad

Pez Diablo: El terror de «Buscando a Nemo» que puede habitar hasta 2 mil metros de profundidad

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Tiempo de lectura: 2 minutos Un registro sin precedentes de pez abisal conocido como «diablo negro» (Melanocetus johnsonii) ha generado asombro entre la comunidad científica y ha abierto nuevas interrogantes sobre el comportamiento de esta misteriosa criatura de las profundidades.

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El tenebroso pez que atacaba a Marlin y Dory en la película «Buscando a Nemo» (2003) parecía ser solo ficción hasta que, hace algunos días, se viralizó el video donde se puede ver a este ejemplar en lo que ha sido catalogado como un hallazgo sin precedentes.

Con dientes afilados y una luminiscente trampa biológica que sale de su cabeza: así lució el diablo negro o rape abisal adulto (Melanocetus johnsonii) a solo 2 kilómetros de la costa de Tenerife, en España. Se trata de un ejemplar que, por primera vez, ha sido registrado vivo, a plena luz del día y en la superficie.

El hallazgo fue dado a conocer por la ONG Condrik – Tenerife, una organización dedicada a la investigación marina, que aseguró que éste es «un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida».

La bióloga marina Laia Valor fue quien detectó al pez flotando en la superficie. Luego, el equipo conformado por los biólogos Marc Martín y Antonio Sabuco, junto con el fotógrafo de fauna marina David Jara, documentó el hallazgo con imágenes inéditas.

El diablo negro es considerado un «depredador de las profundidades«. Puede habitar en el fondo marino entre los 200 y los 2 mil metros de profundidad y utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas, de la misma forma que en «Buscando a Nemo».

Un misterio por resolver y una estrategia reproductiva extrema

Cabe destacar que este pez es inofensivo para los humanos. Su género «Melanocetus» significa literalmente «monstruo marino negro». Ampliamente distribuido, habita los mares tropicales y subtropicales de todo el mundo, siendo citado por primera vez en las costas de Madeira.

Esta especie presenta una de las estrategias de apareamiento más extremas del reino animal. En algunas especies de la misma familia, los machos, que son mucho más pequeños que las hembras, se fusionan con su pareja para siempre.

Sin posibilidad de sobrevivir por sí solos en la inmensidad del océano, se adhieren a la hembra, atrofiando sus órganos hasta convertirse en un simple reservorio de esperma. Así, la hembra puede reproducirse cuando lo desee, con su pareja integrada en su propio cuerpo.

Hasta ahora, todos los registros de Melanocetus johnsonii correspondían a larvas, ejemplares muertos o grabaciones obtenidas mediante vehículos submarinos en zonas de hasta 2 mil metros de profundidad. A raíz de esto, la presencia de este diablo negro en aguas tan superficiales se ha mantenido como una incógnita.

«Puede que por enfermedad, una corriente ascendente, huyendo de un depredador, etc», estiman desde Condrik – Tenerife.


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