Cultivos verticales: La revolución agrícola que llega a los departamentos chilenos
Tiempo de lectura: 2 minutos Los cultivos verticales se presentan como una solución innovadora y sustentable, permitiendo cosechar hasta 150 lechugas por metro cuadrado, con un 99% menos de agua que los cultivos tradicionales.
El reducido tamaño de los departamentos, con un promedio de 52 metros cuadrados para las viviendas en altura, limita las posibilidades de tener un huerto propio. Sin embargo, la agricultura vertical, impulsada por investigaciones de la Universidad de Chile, ofrece una alternativa eficiente y accesible para quienes desean cultivar sus propios alimentos en espacios reducidos, incluso en balcones.
El académico Víctor Escalona Contreras, de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y autor del estudio «Efecto de diferentes intensidades de luz sobre las características agronómicas y compuestos antioxidantes de microvegetales de brassicaceae en un sistema de cultivo vertical«, explica que estos sistemas permiten cultivar plantas «una sobre otra en sentido vertical«.
La principal ventaja reside en la optimización del espacio: «si yo lo cultivo en el suelo, en el campo, una lechuga, por ejemplo, puedo cultivar 4 en un metro cuadrado; si uso un sistema vertical con nueve o diez pisos de altura, en ese mismo metro cuadrado, puedo producir 150 lechugas», compara Escalona.
Mónica Flores, doctora en Nutrición y Alimentos y asistente de investigación en el INTA de la Universidad de Chile, coautora del mismo estudio, detalla las diversas formas que pueden adoptar estos cultivos: «el cultivo vertical puede ser en diferentes formatos, por ejemplo, un tubo vertical con orificios para las plantas, canaletas horizontales en una pared o estructuras en forma de pirámide».
Flores destaca que estos sistemas no dependen necesariamente de luz artificial y pueden integrarse en invernaderos, jardines o incluso «en el balcón de la casa«.
Nutrición concentrada en pequeños espacios
Los microgreens, también conocidos como microvegetales o microhortalizas, son una opción ideal para los cultivos verticales. Según Mónica Flores, «en palabras simples los microvegetales, microhortalizas o microgreens, son hortalizas en un estadio muy temprano del desarrollo».
Estos microgreens aportan sabor, aroma, textura y color a las comidas, «presentan mayor cantidad de compuestos bioactivos que las contrapartes adultas del vegetal (hortaliza o especie aromática como albahaca)» y «se pueden usar como ensalada o como complemento, en diferentes platos de comida», explica la investigadora.
Cristián Hernández, investigador en CEBAS-CSIC, Murcia, España, y también autor del estudio, señala que «la principal especie cultivada en los cultivos verticales es la lechuga, tanto de hoja verde como morada, pero también puede cultivarse albahaca, tanto de hoja verde como morada (incluso fuera de temporada) u otras especies aromáticas, pero las principales son las hortalizas de hoja como la lechuga, espinaca, acelga, acelga y canónigo».
Hernández también destaca la versatilidad del sistema: «Se pueden cultivar hortalizas de origen asiático como la mizuna y pak choi y hortalizas de frutos como la frutilla. El sistema también permite cultivar especies de alto valor como es el azafrán». El investigador agrega que «recientemente, la producción de microgreens en sistemas de granja vertical ha ganado relevancia».
La sostenibilidad es un pilar fundamental de los cultivos verticales. Según Hernández, «el sistema de granja vertical busca ser un sistema más sostenible al ser más eficiente en el uso del agua, utilizando hasta un 99% menos de agua que un sistema convencional».
