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Nuevo ecosistema en el MIM: Espejo Cosmobotánico acerca la naturaleza a Santiago

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Tiempo de lectura: 2 minutos El Museo Interactivo Mirador (MIM) inauguró el «Espejo Cosmobotánico», un innovador humedal artificial con más de 50 especies de plantas, que busca acercar la naturaleza a la comunidad y promover la biodiversidad en el entorno urbano de Santiago.

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El Espejo Cosmobotánico, un proyecto financiado por el Programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, se emplaza dentro del Bosque Adriana Hoffmann del Museo Interactivo Mirador (MIM). Con un cuerpo de agua de 45 metros de diámetro, este biotopo alberga una rica variedad de flora y fauna, incluyendo especies en categoría de amenaza.

El diseño, a cargo de GUN Arquitectos y Common Land Studio, con la asesoría de Fundación Chilco y Acuáticas Vivero, representa un paisaje característico de la zona norte y centro de Chile, ofreciendo a los visitantes una experiencia inmersiva en la naturaleza.

El proyecto busca contrarrestar la escasez de áreas verdes en la comuna de La Granja, una de las zonas de la capital con menor densidad vegetal, según el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Más allá de su aporte a la biodiversidad, el Espejo Cosmobotánico se propone fomentar una cultura de aprecio por la naturaleza, promoviendo la interacción y el conocimiento sobre los ecosistemas y su crucial rol en el contexto urbano.

«Un espacio como este abre la conversación no solo en relación a la naturaleza, sino que también sobre cuál es nuestro rol dentro de ella, es decir, de qué forma nos cuida y cómo nosotros la cuidamos«, señaló Jorge Godoy, arquitecto de GUN Arquitectos y coautor del proyecto.

Conservación y educación en un espacio interactivo

El Espejo Cosmobotánico no solo es un lugar de contemplación, sino también un espacio de aprendizaje. Los visitantes del MIM, que en 2024 superaron los 380 mil, podrán observar de cerca la formación de microclimas, la incorporación de nuevas especies y la dinámica de este ecosistema en constante evolución. Además, el proyecto destaca por su enfoque en la conservación.

Siete de las especies presentes forman parte del programa Sitio Seguro de Conservación (SSC) de la Fundación Chilco, una iniciativa que busca proteger especies arbóreas endémicas amenazadas y que se enmarca en el International Conifer Conservation Programme (ICCP) del Jardín Botánico de Edimburgo. Este programa convierte al Espejo Cosmobotánico en un banco de colecciones vivas con material genético de procedencia conocida.

La construcción del anillo de vegetación que rodea el espejo de agua involucró la instalación de más de 1.500 sacos con tierra orgánica y semillas. Con el tiempo, esta estrategia ha dado lugar a una masa vegetal compuesta por hierbas y juncos, atrayendo a una creciente población de insectos, aves y mamíferos que han encontrado en este espacio un refugio.

Pablo Brugnoli, jefe de la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencia, destacó la importancia del proyecto como un «laboratorio natural de biodiversidad» abierto a la ciudadanía, donde los visitantes podrán sumergirse en un ambiente rico en sonidos, texturas, aromas, colores y formas, experimentando la naturaleza de una manera única y concientizando sobre la importancia de su cuidado.


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