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Estudiante desarrolla robot submarino de bajo costo para explorar la Antártica

Estudiante desarrolla robot submarino de bajo costo para explorar la Antártica

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Tiempo de lectura: 2 minutos Un estudiante de Ingeniería Civil Electrónica de la Universidad Mayor desarrolló RT-Sub, un prototipo de vehículo operado remotamente (ROV) que promete facilitar la toma de muestras en las gélidas aguas antárticas.

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La exploración submarina en la Antártica representa un desafío monumental. Tradicionalmente, los investigadores científicos deben sumergirse, exponiéndose a riesgos considerables durante periodos limitados, típicamente no más de quince minutos, para recolectar muestras de algas, plantas y agua a diversas profundidades.

Frente a esta realidad, la innovación tecnológica se vuelve crucial. Es en este contexto que surge RT-Sub, una iniciativa liderada por Diego Reyes, estudiante de Ingeniería Civil Electrónica de la Universidad Mayor.

Se trata de un prototipo de ROV (Vehículo Operado Remotamente, por sus siglas en inglés), un robot submarino cableado diseñado específicamente para enfrentar las adversidades del entorno antártico y simplificar las tareas de muestreo, haciéndolas más fáciles, rápidas y, sobre todo, seguras para el personal científico.

Innovación accesible: Las características que hacen único al RT-Sub

Lo que distingue al RT-Sub de otras soluciones de exploración submarina es su enfoque en la accesibilidad y la eficiencia de costos. A diferencia de equipos comerciales como el BlueROV2, cuyo valor supera los 2.500 dólares, el prototipo de Reyes tiene un costo estimado de fabricación que bordea los $250.000 pesos chilenos.

Esta drástica reducción se logra mediante el uso inteligente de materiales de bajo costo y fácilmente disponibles, como tubos y tapas de PVC.

Además del factor económico, el RT-Sub destaca por su diseño compacto y ligero. Con un diámetro de apenas 110 milímetros y un peso aproximado de 5 kilogramos (la mitad que el BlueROV2), su portabilidad y manejo son considerablemente más sencillos, facilitando su despliegue en condiciones logísticas desafiantes.

Si bien el BlueROV2 puede operar hasta 100 metros de profundidad, el RT-Sub está actualmente diseñado y probado para operar en entornos controlados y profundidades más limitadas, siendo ideal para etapas iniciales de investigación o proyectos con presupuestos acotados.

«El desarrollo de este ROV personalizado ofrece un balance adecuado entre costo, funcionalidad y modularidad, posicionándolo como una alternativa viable para proyectos académicos o experimentales«, explica Diego Reyes.

Impacto científico y futuro del proyecto

El desarrollo del RT-Sub no solo representa un avance tecnológico significativo, sino que también tiene el potencial de democratizar la exploración submarina en Chile, especialmente en el contexto antártico.

Esto podría abrir nuevas vías para el estudio de la biodiversidad marina, los efectos del cambio climático en los ecosistemas polares y otros fenómenos oceanográficos en uno de los ambientes más sensibles y menos explorados del planeta.

El proyecto, concebido como un desafío multidisciplinario por Reyes, no se detiene aquí. El próximo paso es la mejora del diseño y la funcionalidad del robot, desarrollando un nuevo prototipo más robusto y con mayores capacidades.

Asimismo, se busca obtener financiamiento a través de fondos concursables para asegurar la continuidad y el escalamiento de esta prometedora iniciativa científica y tecnológica chilena.


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