Inteligencia artificial permitirá conservar árboles de sakura en Japón
Tiempo de lectura: 2 minutos A la fecha, en menos de un mes, ha sido posible conocer la edad y el momento en que fueron plantados alrededor de 20 mil árboles. La iniciativa busca conservar y proteger a los más de un millón de ejemplares en Japón.
En Japón, la floración de los cerezos, conocidos popularmente como «árboles de sakura» marca la llegada de la primavera y da inicio al ‘Hanami’, la tradicional costumbre de reunirse bajo estos árboles para contemplar su efímera belleza. Sin embargo, muchos de estos emblemáticos árboles, plantados masivamente después de la Segunda Guerra Mundial, están envejeciendo.
Con cerca de 70 años, su riesgo de deterioro y colapso aumenta, una situación agravada por la falta de datos sobre su estado de salud y los limitados recursos de los gobiernos locales para su mantenimiento. Ante este desafío, la cervecera nipona Kirin Brewery ha lanzado una solución tecnológica: una cámara web que utiliza inteligencia artificial (IA) para diagnosticar la edad y condición de los sakura.
Esta iniciativa no solo busca preservar un símbolo natural y cultural de Japón, sino también asegurar la continuidad del ‘Hanami’, un encuentro con amigos y familiares para observar la belleza de este icónico árbol para la identidad del país.
La empresa subraya que, por ahora, el foco está en la conservación y no en fines publicitarios, dada la urgencia de proteger estos árboles.
Una crisis silenciosa
La necesidad de esta herramienta es apremiante. «En Japón las personas suelen pensar que el agua, el aire y el sakura son gratis, pero todos ellos conllevan un coste«, señaló el Secretario General de la Asociación Japonesa de Arboricultores, Akira Kobayashi.
El mantenimiento de los cerezos es costoso y recae principalmente en autoridades locales con presupuestos ajustados. A esto se suma el desconocimiento general sobre la «crisis de salud» que enfrentan muchos ejemplares.
La falta de información detallada sobre la edad y estado de cada árbol dificulta la planificación de cuidados preventivos o sustituciones necesarias.
«Miramos que los árboles de ‘sakura’ sean seguros para que la gente disfrute en torno a ellos y evitar posibles accidentes porque un árbol esté en riesgo de colapso», añadió Kobayashi.
La plataforma de IA busca llenar este vacío de datos, proporcionando información esencial para la gestión y cuidado de los más de un millón de cerezos estimados en el país, cuya edad y origen son, en su mayoría, desconocidos.
¿Cómo funciona la IA?
La participación ciudadana es clave en este proyecto. Los usuarios pueden colaborar simplemente tomando fotografías de los árboles. Primero, una foto general que permita a la web geolocalizar el cerezo. Luego, una toma más cercana del tronco. Es aquí donde la IA entra en acción: analiza el grosor y diámetro del tronco, y examina los patrones únicos de la corteza para refinar la estimación.
«Una vez que los datos han sido recopilados, identificamos la localización de los árboles y unimos los datos con la fecha en que fueron plantados, lo que nos ayuda a ser más precisos«, detalló Kobayashi.
El sistema funciona con mayor precisión en la variedad híbrida «somei-yoshino», la más común en Japón por su rápido crecimiento, aunque presenta limitaciones con especies de desarrollo más lento. A pesar de llevar poco tiempo en funcionamiento, la plataforma ya ha permitido recopilar datos sobre aproximadamente 20 mil árboles, demostrando el potencial de la IA y la colaboración ciudadana para abordar desafíos de conservación a gran escala.