Estudiantes chilenos lograron segundo lugar en competencia internacional de la NASA
Tiempo de lectura: 2 minutos Seis estudiantes, cinco de ellos alumnos de la Universidad de Chile, ganaron el segundo puesto de la categoría avanzada en el NASA Space Apps Challenge, competencia mundial de ciencia y tecnología con el proyecto que busca mejorar el uso de agua en el sector agrícola del país.
Entre más de 250 competidores y con 48 horas para resolver desafíos propuestos por la NASA, estudiantes de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile presentaron ‘Labkence‘, un proyecto que busca mejorar la administración del agua en el sector agrícola.
El equipo, autodenominado MEngineers, estuvo conformado por los estudiantes de Ingeniería Rosangel Arispe, Vicente Soto, Sebastián Guzmán, Juan Pablo Herrera y Sofía Rodríguez, junto con el estudiante de segundo medio del colegio Lincoln International Academy, Maximiliano Morel.
Los jóvenes ganaron el segundo lugar de la categoría avanzada en el NASA Apps Challenge, competencia en la que participaron más de 120 países y 180 ciudades.
Conectados a la señal del satélite Landsat 9 de la NASA, el grupo procesó los indicadores satelitales para calcular la evotranspiración y así desarrollaron el proyecto que llevaron hasta la hackatón más grande del mundo, el pasado 5 y 6 de octubre en el Parque La Araucana de La Florida.
Inspirados por la comunidad mapuche, el nombre Labkence fue elegido por su traducción del mapudungun Lafkenche que significa gente del mar.
Una herramienta para mitigar la escasez hídrica
Con datos proporcionados por Landsat 9, Labkence entrega métricas agrícolas, como el índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) y la evotranspiración. La herramienta entrega recomendaciones a pequeños y medianos agricultores para monitorear cultivos y administrar el agua que utilizan, esto bajo el contexto de crisis hídrica que se vive en el país.
Vicente Soto, estudiante de primer año de Plan Común, destaca que «indudablemente, si te apasiona el mundo de la innovación, informática y proyectos, esta es una experiencia imperdible para todos los que quieran formarse en estas áreas».
Rosangel Arispe, integrante del equipo, explica que además de aprender el poder de la tecnología contra el cambio climático, «conocí personas a las que ninguna idea les parecía imposible, y no solo eso, sino que son capaces de llevar esta idea más allá y volverlas una realidad».
