Académico advierte que leyes sobre IA no deben frenar su innovación
Tiempo de lectura: 2 minutos El uso ético de la inteligencia artificial, resguardos ante la posibilidad de reemplazo de puestos de trabajo y equilibrio en las regulaciones fueron parte de la presentación de expertos ante la Comisión del Futuro de la Cámara que discute la ley que regula los usos de la IA.
La Comisión de Futuro, Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Cámara de Diputadas y Diputados continúa con la discusión de los avances del proyecto de ley que regula los sistemas de inteligencia artificial.
El académico de la Universidad Técnica Federico Santa María, Jorge Portilla, expuso en esta instancia su visión sobre los alcances de la ley, así como sus fortalezas y debilidades, basándose en la experiencia investigativa desarrollada por la casa de estudios.
“Existe una categorización acorde de los sistemas de IA según su nivel de riesgo, lo que es una fortaleza de este proyecto”, aseguró Portilla. Además, coincidió en que es positivo que el proyecto esté basado en la experiencia legislativa de la Unión Europea, que a comienzos de este año estableció una normativa sobre el uso de estas nuevas tecnologías.
El primer doctorado sobre IA en Latinoamérica
El Dr. Portilla es parte del Doctorado en IA ejecutado en consorcio por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas del Biobío-Ñuble, y que se enmarca en el proyecto Fondo de Innovación para la Competitividad “Capital Humano Avanzado en Inteligencia Artificial para el Biobío”, financiado por el Gobierno Regional.
En ese sentido, el académico destacó las dos líneas estratégicas principales del doctorado, enfocadas en la conversación entre la IA y la sociedad, y ciencia basada en la IA. “Es importante el trabajo interdisciplinar, sobre todo cuando se trabaja con profesionales de otros países que ya cuentan con una regulación clara”, destacó.
El especialista que fue en representación de dicho programa resaltó que para aquellos investigadores cuyo campo científico está relacionado al desarrollo de aplicaciones o instrumentos basados en IA potencialmente comerciales, es crucial que las regulaciones no estanquen los procesos innovadores de la ciencia .
“Debe haber un equilibrio para que estas regulaciones no frenen los avances y las investigaciones que se realicen en ámbitos académicos”, sostuvo Portilla, añadiendo que “la regulación es un paso necesario para Chile como nación que permitirá avanzar en todos los ámbitos, no solo educativo, sino que también comercial y científico”.
Discusión parlamentaria
Otro de los invitados a la comisión fue el codirector ejecutivo de la ONG Derechos Digitales, Juan Carlos Lara, quien destacó que los riesgos de las IA, en muchos casos, ocurren, no por fallas del sistema, sino que porque los sistemas funcionan precisamente “como deben funcionar”. El experto recalcó la necesidad de detallar aspectos de resguardo para los trabajadores ante la posibilidad del reemplazo de los mismos por sistemas tecnológicos.
Los parlamentarios dirigieron consultaron a los expertos sobre el uso ético de la tecnología o las posibilidades de coartar las libertades individuales a través de la misma. El presidente de la comisión, el diputado Eric Aedo, consultó: “¿es posible desarrollar un tipo de parámetros que aseguren la libertad de las personas con la IA o este tipo de tecnologías es por defecto totalitario?”.
En respuesta, el académico Portilla aseguró que “desde un punto de vista técnico, el desempeño de los sistemas de IA depende altamente de los datos. En algunos casos, en el afán de tener un modelo lo más exacto posible, se quiere obtener información por medio de vías que no siempre son las apropiadas o más éticas. Esos sesgos van a depender de la forma en que se entrenen los algoritmos de IA. Generalmente, las aplicaciones relacionadas a los sistemas de IA se sitúan en la intersección de distintas disciplinas científicas”.