PISA: 51% de los estudiantes se distrae con aparatos digitales
Tiempo de lectura: 3 minutos El informe internacional establece que muchos jóvenes chilenos estudian matemáticas en un clima disciplinario poco favorable. Además, el 42% de los estudiantes del país se distrae con otros estudiantes que utilizan dispositivos digitales, una cifra mayor al 25% que promedia la OCDE.
Muchos alumnos estudian matemáticas en un clima disciplinario que no es favorable para el aprendizaje. Así lo considera el último informe PISA, publicado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que evaluó el nivel de los alumnos de 15 años en Lectura, Matemáticas y Ciencias Naturales durante 2022.
La prueba estableció que las puntuaciones en estas tres materias para Chile fueron «inferiores» al promedio de los países de la OCDE, institución con sede en París y de la que Chile forma parte desde 2010.
En Matemáticas, nuestro país obtuvo 412 puntos, lo que lo sitúa por encima de México, Brasil, Indonesia y Filipinas, pero por debajo de países como Canadá, Suiza, Japón o Corea del Sur.
En Ciencias Naturales, los estudiantes nacionales obtuvieron 444 puntos y superaron a sus pares de la región, mientras que la puntuación más alta fue en lectura, con 448 puntos, superior también a la obtenida por México o Brasil, pero lejos de Estonia, Estados Unidos o Singapur.
Cerca del 66% de los estudiantes nacionales alcanzaron el nivel 2 o superior en lectura, frente al promedio de la OCDE del 74%, lo que significa que «pueden identificar la idea principal en un texto de extensión moderada«, entre otras cuestiones.
¿Cuáles son los factores?
El informe atribuye que hay muchos jóvenes que estudian matemáticas en un clima disciplinario poco favorable. El 24% de ellos informaron que no pueden trabajar bien en la mayoría o en todas las lecciones, lo que está apenas un punto porcentual del promedio de la OCDE (23%). Por otro lado, el 33% no escucha lo que dice el profesor, lo que va en línea con la media OCDE (30%).
Pero las cifras se tornan más preocupantes cuando entramos en el plano digital. Según PISA, el 51% de los estudiantes se distrae usando dispositivos digitales, lo que incrementa considerablemente en contraste con 30% que promedia la OCDE. Asimismo, el 42% se distrae con otros estudiantes que utilizan dispositivos digitales, una cifra mayor al 25% que promedia la OCDE.
¿Es efectiva la restricción?
La prohibición de dispositivos digitales para niñas, niños y adolescentes entra en el debate para mejorar el aprendizaje. Países como Estados Unidos han optado por restringir las redes sociales para menores de edad, pero ¿qué tan efectivo es esto?
En conversación con Todo Tiene su Ciencia, el psicólogo y académico de la Universidad de Chile, Mauricio López, dice que «hay derechos de los niños, niñas y adolescentes que, de alguna manera, pueden estar favoreciendo la utilización de internet, de los medios digitales, como por ejemplo el derecho al acceso a la información, a establecer relaciones».
En este sentido, el especialista enfatiza que «la mera restricción o prohibición no es una estrategia muy positiva porque puede implicar limitar otras oportunidades».
En esta línea, el informe PISA también categoriza que «En promedio, en los países de la OCDE, los estudiantes tenían menos probabilidades de informar que se distraían usando dispositivos digitales cuando el uso de teléfonos celulares en las instalaciones escolares estaba prohibido«.
Tecnologías en el aula
En conversación con Todo Tiene su Ciencia, el académico de Psicología UAI, Cristóbal Hernández, advierte sobre el riesgo del uso de tecnologías cuando reemplazan la capacidad de toma de decisión: «Uno de los riesgos que tenemos de estar constantemente relegando o haciéndonos la vida más fácil con la tecnología es que perdamos la capacidad de frustrarnos y de tomar la frustración como una parte más del pensamiento creativo, como parte de la vida para poder aprender».
Entonces, ¿qué se debería hacer? Según López, «lo más constructivo, tanto para los profesores como para los niños y adolescentes, es empezar a dialogar, a abrir estos temas como temas formativos de diálogo, de reflexión y de conexión con todos los objetivos del currículum«.
Por lo mismo, en vez de un enfoque prohibitivo, la clave está en la mediación activa de los adultos, donde «los padres o los cuidadores se involucran, conversan de estos temas, discuten sobre los riesgos, sobre las cosas que los niños, niñas y adolescentes van encontrando», señala López.
¿Cómo lograrlo? El experto indica que es necesario contar con docentes capacitados en el ámbito digital, cuestión en la que Chile sigue al debe: «Hay mucho que hacer en términos de políticas que favorezcan que los profesores y profesoras se formen en estos temas«.
Más allá de los riesgos de lo digital en el aprendizaje, López plantea que puede ser bien aprovechado en el aula mientras haya una regulación clara de cuándo usarlo en los establecimientos educacionales: «Los profesores actualmente están pidiendo a los estudiantes realizar tareas, búsqueda de información en internet para realizar tareas escolares, lo que es súper positivo porque se está incorporando como una herramienta«.