Joaquín Fontbona: «La IA requiere discusión en la sociedad»
Tiempo de lectura: 2 minutos El académico de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Modelamiento Matemático, Joaquín Fontbona, se refirió a la polémica carta firmada a finales de marzo por empresarios y científicos internacionales, entre ellos él, solicitando una prórroga de seis meses en el avance de la inteligencia artificial (IA).
En conversación con Cooperativa Ciencia, el académico de la Universidad de Chile, Joaquín Fontbona, habló sobre los límites éticos de la inteligencia artificial (IA) y los desafíos en materia de protección de datos personales. Además, el investigador del Centro de Modelamiento Matemático entregó detalles de la polémica carta firmada en marzo por empresarios y científicos -y también por él- solicitando una prórroga de seis meses en el avance de la IA.
– ¿Qué te motivó a participar y firmar esta carta para pedir esta prórroga de seis meses en el desarrollo, por ejemplo, de herramientas como el Chat GPT?
El hecho de firmar esa carta responde más bien a la impresión que ya tengo desde hace un tiempo de que este es un tema que requiere poner la atención con cierta urgencia. Más allá de los nombres de personas famosas que hayan firmado, yo creo que el principal mensaje de esa carta es que estamos delante de una tecnología que es totalmente disruptiva. Se está desarrollando a una velocidad a la cual pocas cosas se han desarrollado a nivel científico y tecnológico durante la historia. La carta carta hace un llamado de atención, en particular al mundo político, a las empresas a la academia, porque este es un tema que requiere discusión a nivel de sociedad.
– ¿Qué es lo más urgente que deberíamos estar discutiendo en estos seis meses?
Hay una serie de puntos que de los cuales ya tenemos evidencia que se pueden ver impactados por el desarrollo de tecnologías como esta. Imagina que lo que era Facebook hace veinte años. Lo que vimos es que todo lo que es gratis para nosotros como usuarios de Internet, en realidad es gratis porque el producto somos nosotros. Somos nosotros, nuestros datos, lo que está siendo transado. Lo que vimos con Facebook es que esto está totalmente fuera de control y los datos se comercializaron. Creo que ya pasamos esa ingenuidad de creer que todas estas cosas que nos van a traer las tecnologías solamente son positivas.