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Diagnósticos de Parkinson aumentarán en un 112% para el año 2050

Diagnósticos de Parkinson aumentarán en un 112% para el año 2050

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Tiempo de lectura: 3 minutos De acuerdo con un reciente estudio internacional, 25.2 millones de personas vivirán con Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, después del Alzheimer, en Chile y el mundo.

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Un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ), proyecta que la cifra de pacientes con Parkinson alcanzará los 25.2 millones en la población mundial, superando con creces a los 8.5 millones de personas que han sido diagnosticadas a nivel global, lo que se traduce en un incremento del 112% en comparación con el año 2021.

En el marco del Día Mundial del Parkinson, conmemorado cada 11 de abril, especialistas advierten la importancia de detectar a tiempo los síntomas de la enfermedad que suele manifestarse entre los 50 y 60 años, afectando el sistema nervioso central y periférico.

Su desarrollo implica la pérdida progresiva de neuronas responsables de producir dopamina, lo que afecta directamente sus funciones esenciales y el control del movimiento.

De acuerdo con la neuróloga de la Clínica Dávila, Claudia Lazcano, la enfermedad se debe a la «interacción de múltiples factores, entre ellos, que un mayor número de personas alcance edades en las que las enfermedades neurodegenerativas se manifiestan con mayor frecuencia. Asimismo, el crecimiento demográfico y la exposición a neurotóxicos podrían contribuir al incremento del riesgo de padecer esta enfermedad».

Respecto a los principales contribuyentes de la enfermedad, el estudio destaca el envejecimiento de la población como el principal impulsor del aumento de casos, seguido del crecimiento de la población.

Además, se pronostica que la prevalencia de la enfermedad sería de 267 casos por cada 100 mil habitantes en 2050, lo que indica un aumento del 76% a partir de 2021. Mientras que, se estima que se vería un aumento en el número de diagnósticos en pacientes menores a 80 años.

«Para 2050, la enfermedad de Parkinson se habrá convertido en un desafío de salud pública aún mayor para los pacientes, sus familias, sus cuidadores, las comunidades y la sociedad», destacó el estudio.

¿Cómo identificar los síntomas?

Más de 30 mil personas en Chile viven con el diagnóstico de Parkinson, frente a esto, especialistas destacan la importancia de mantener un seguimiento continuo para evaluar la afección y sus síntomas.

«Se desconoce, en la mayoría de los casos, la causa primaria de la enfermedad porque igual hay algunos tipos que se desarrollan en personas con antecedentes familiares. Además, suele presentarse con mayor frecuencia en adultos mayores, siendo más común en hombres que en mujeres», explicó el neurocirujano y jefe del Centro de Neurociencias de Clínica Universidad de los Andes, Dr. André Fassler.

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran temblores, especialmente en manos o dedos, lentitud en los movimientos, rigidez muscular, problemas posturales y de equilibrio, reducción de movimientos automáticos, alteraciones en el habla con volumen bajo o titubeos, dificultades para escribir y síntomas no motores como depresión, ansiedad y fatiga.

¿Existen tratamientos?

A la fecha, no existe un examen específico que permita diagnosticar la enfermedad con certeza, por esto el diagnóstico debe ser realizado por un neurólogo especialista en trastornos del movimiento, considerando antecedentes médicos, síntomas, exámenes físicos y neurológicos.

«El Parkinson no tiene cura actualmente, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas, como medicamentos, rehabilitación e incluso cirugía en casos seleccionados», agregó el especialista.

Uno de los tratamientos disponibles es la Estimulación Cerebral Profunda (ECP) que requiere de una evaluación precisa para ver cuáles son los pacientes que manifiestan una eventual mejoría gracias a la estimulación.

El proceso inicia con una primera intervención con anestesia local, donde se realiza una pequeña incisión en el cuero cabelludo y se introduce un electrodo. En esta fase el paciente permanece despierto para evaluar el efecto de la estimulación.

Finalmente, la segunda intervención se realiza días después bajo anestesia general, se implanta un generador de impulsos en el pecho, conectado al electrodo a través de cables subcutáneos. Esto puede reducir los síntomas, más no curar la enfermedad o evitar su evolución.

“Lo más importante es lograr un diagnóstico temprano, que permita un abordaje multidisciplinario enfocado en manejar los síntomas de manera individualizada, mejorar la calidad de vida y mantener a los pacientes activos el mayor tiempo posible. En este contexto, el ejercicio físico también juega un rol clave para ralentizar el avance de la enfermedad y preservar la funcionalidad”, expresó Fassler.


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