Humanos y perros labradores comparten gen que los hace más propensos a la obesidad
Tiempo de lectura: 2 minutos El descubrimiento fue posible gracias a la combinación de múltiples variantes genéticas que determinaron el nivel de riesgo de los caninos y los mecanismos de obesidad relevantes tanto para perros como para humanos.
Un estudio publicado en la revista Science identificó al gen DENND1B como el responsable de la obesidad en perros y humanos. Tras estudiar a 241 perros labradores retrievers, los investigadores hallaron una serie de genes asociados con esta enfermedad metabólica en los caninos y que también se relacionan con la obesidad en humanos.
En detalle, el gen afecta directamente la leptina-melanocortina, una vía cerebral que regula el equilibrio genético en el cuerpo.
En el caso de humanos, el equipo mapeó directamente cuatro genes asociados con la obesidad canina, pero con un efecto menor al DENND1B.
«Estos genes no son objetivos obvios de inmediato para los fármacos para adelgazar, porque controlan otros procesos biológicos clave del organismo en los que no se debería interferir, pero los resultados ponen de relieve la importancia de las vías cerebrales fundamentales para controlar el apetito y el peso corporal», explicó la coautora principal del informe, Alyce McClellan.
Otra conclusión sugirió que los perros con alto riesgo genético de obesidad podrían evitar este trastorno si sus dueños controlan su alimentación y ejercicio.
Una herencia silenciosa
Aunque la obesidad se describe como una enfermedad hereditaria, los investigadores apostaron con la historia de la población canina para conocer en profundidad las bases genéticas que aún no son completamente comprendidas por la ciencia.
«Usando un enfoque entre especies, demostramos que los genes de obesidad canina también están asociados con formas raras y comunes de obesidad en humanos«, señaló la publicación.
Adicionalmente, el equipo destacó que entre el 40% y el 60% de los perros domésticos tienen sobrepeso o sufren obesidad.
¿Por qué los perros son un indicador certero?
El desarrollo de la obesidad a través de influencias ambientales similares a los humanos, hace que la raza sea un buen modelo para estudiar en profundidad este tipo de trastornos metabólicos.
Para dar con los resultados, los investigadores tomaron una muestra de saliva para analizar el ADN de los dueños de los perros, luego, analizaron la genética de los cuadrúpedos. Así lograron identificar que los perros portadores del gen DENND1B tenían alrededor de un 8% más de grasa corporal en comparación con quienes no presentaron el gen.
«Estudiar a los perros nos enseñó algo muy importante: los dueños de perros delgados no son moralmente superiores, igual que pasa con las personas delgadas. Si tienes un alto riesgo genético de obesidad y hay mucha comida disponible, tiendes a comer en exceso y a ganar peso a menos que hagas un gran esfuerzo para no hacerlo», expresó la directora del estudio, Eleanor Raffan.
