Investigadores identificaron las neuronas que regulan la saciedad
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Tiempo de lectura: 2 minutos El estudio fue aplicado en el tronco encefálico de ratones y concluyó que las neuronas son capaces de indicar cuándo dejar de comer. Este aporte científico sería de utilidad para nuevos tratamientos contra la obesidad.
Un nuevo estudio de la Universidad de Columbia reveló que determinadas neuronas en el tronco encefálico son las responsables de la saciedad. Si bien, el análisis fue realizado en ratones, se cree que estas neuronas son comunes al cerebro humano.
El hallazgo se realizó con el uso de técnicas de análisis del perfil molecular de las células, ubicadas en el tronco encefálico, con el objetivo de estudiar sus funciones. Aquí, los investigadores notaron la presencia de células no reconocidas ubicadas en una región del tronco, conocida por procesar señales complejas.
Neuronas que pueden oler, ver y sentir la comida
Una de las particularidades que descubrieron en estas nuevas células fue su similitud con otras neuronas implicadas en la regulación del apetito. Las neuronas CCK -colecistoquinina- regulan la saciedad. A partir de esto, los científicos las modificaron para ser activadas y desactivadas con la luz.
Al exponer a los roedores a mayor luz, las neuronas se activaron y comieron pequeñas cantidades de comida. Esto sugirió que la intensidad de la activación determinó la rapidez con la que dejaron de comer.
Por otro lado, los investigadores observaron el impacto de otros circuitos alimentarios y hormonas en las neuronas, dando cuenta que las neuronas se silenciaban con una hormona que aumenta el apetito. Mientras que se activaron con un agonista del GLP-1, sustancia utilizada en fármacos para tratar la obesidad y diabetes.
Según expresó el investigador médico de la Universidad de Columbia, Alexander Nectow, estas neuronas «pueden oler la comida, verla, sentirla en la boca y en el intestino e interpretar todas las hormonas intestinales que se liberan en respuesta a la ingesta. En última instancia, aprovechan toda esta información para decidir cuándo hay que parar de comer«.
«Creemos que hemos abierto una nueva puerta para entender mejor la saciedad, cómo se produce y cómo se aprovecha para terminar una comida. Esperamos que algún día pueda utilizarse en las terapias contra la obesidad«, concluye el investigador.