Tomar café en la mañana sería más efectivo para proteger el corazón
Tiempo de lectura: 2 minutos Un nuevo estudio sugiere que tomar café por la mañana podría reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular hasta en un 31% y la mortalidad general en un 16%.
Un nuevo estudio publicado en el European Heart Journal sugiere que quienes disfrutan de su café por la mañana podrían tener un menor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y otras causas, en comparación con aquellos que lo consumen a lo largo del día o no lo beben.
La investigación, realizada por la Universidad de Tulane, analizó datos de más de 40.000 adultos en Estados Unidos, provenientes de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES).
Los participantes fueron divididos en tres grupos: bebedores de café por la mañana (antes del mediodía), bebedores de café durante todo el día y no bebedores. Los resultados mostraron una reducción significativa del riesgo de mortalidad en el primer grupo.
Específicamente, quienes bebían café en la mañana tuvieron un 16% menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un impresionante 31% menos de morir por enfermedad cardiovascular, en comparación con quienes no consumían café. Sorprendentemente, esta protección no se observó en quienes bebían café a lo largo del día.
Este beneficio se mantuvo incluso considerando diferentes niveles de consumo. Tanto los bebedores moderados (dos a tres tazas) como quienes consumían más de tres tazas por la mañana experimentaron una reducción del riesgo. Aquellos que solo tomaban una taza o menos también vieron una disminución, aunque menos pronunciada. Este hallazgo refuerza la idea de que el momento del consumo, más que la cantidad, podría ser crucial.
Ritmo circadiano y el impacto del café
Si bien, la investigación no establece una causa definitiva para esta relación, el investigador principal, Lu Qi, de la Universidad de Tulane, plantea una hipótesis relacionada con el ritmo circadiano.
«Consumir café por la tarde o por la noche puede alterar los ritmos circadianos y los niveles de hormonas como la melatonina», explica Qi. Estos desequilibrios hormonales podrían, a su vez, afectar negativamente factores de riesgo cardiovascular como la inflamación y la presión arterial.
Thomas Lüscher, de los Hospitales Royal Brompton y Harefield de Londres, en un editorial que acompaña al estudio, apoya esta teoría, señalando que el consumo de café por la tarde o noche podría interferir con el aumento natural de la actividad simpática que ocurre por la mañana. Además, el café suprime la melatonina, una hormona esencial para el sueño, lo que podría explicar por qué muchos bebedores de café durante todo el día experimentan trastornos del sueño.
El estudio también recopiló información detallada sobre la dieta de los participantes, incluyendo la cantidad y el momento del consumo de café, a través de cuestionarios y diarios de alimentos. Esta información se cruzó con los registros de defunciones y causas de muerte durante un periodo de nueve a diez años, proporcionando una base sólida para las conclusiones.
Aunque los resultados son prometedores, los investigadores enfatizan la necesidad de realizar más estudios en otras poblaciones para confirmar estos hallazgos. También, se requieren ensayos clínicos para evaluar directamente el impacto de modificar el horario de consumo de café en la salud cardiovascular.