Los riesgos de la excesiva exposición de niñas y niños a pantallas
Tiempo de lectura: 2 minutos Experta advierte sobre el uso excesivo de pantallas en niños y adolescentes durante las vacaciones, instando a las familias a priorizar actividades al aire libre, rutinas saludables y la interacción social.
El período de vacaciones escolares es un momento de descanso y recreación, sin embargo, presenta el desafío de regular el uso de dispositivos digitales en niños y adolescentes. La excesiva exposición a pantallas puede tener consecuencias negativas para su salud física y mental, por lo que especialistas recomiendan aprovechar este tiempo para fomentar actividades enriquecedoras y el contacto con la naturaleza.
Según UNICEF, niños y adolescentes pasan en promedio siete horas diarias frente a pantallas. Este hábito puede provocar alteraciones del sueño, ansiedad, una disminución de la empatía e incluso contribuir al aumento de la obesidad infantil.
Viviana Tartakowsky, directora de Psicología de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), explica que la sobreexposición a pantallas genera una sensación de recompensa inmediata que dificulta la autorregulación.
«En adolescentes, se vincula con un aumento de la ansiedad y el aislamiento, factores que pueden derivar en cuadros depresivos e incluso pensamientos suicidas», advierte.
En esta línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un máximo de dos horas diarias de exposición a pantallas.
Desconexión y conexión familiar
Las vacaciones son una oportunidad ideal para fortalecer los vínculos familiares y promover hábitos saludables. Tartakowsky destaca la importancia del contacto con la naturaleza, especialmente en la primera infancia, para estimular el juego, la exploración y el desarrollo sensorial.
«Las interacciones presenciales son esenciales para fortalecer la autoestima y construir la identidad», señala. En la adolescencia, estas conexiones son cruciales para la exploración de límites, un proceso que se ve afectado por el uso excesivo de pantallas.
Para unas vacaciones equilibradas, la experta recomienda «criar en red«, promoviendo la colaboración entre adultos en el cuidado de los niños. Organizar actividades al aire libre, paseos y juegos reduce el tiempo frente a pantallas y fomenta la interacción social. Además, permitir que los niños experimenten el aburrimiento estimula su creatividad.
Priorizar el tiempo en familia y establecer límites saludables en el uso de la tecnología son claves para un desarrollo integral y unas vacaciones verdaderamente enriquecedoras.