Las principales intoxicaciones alimentarias en fiestas de fin de año
Tiempo de lectura: 2 minutos El consumo excesivo de comida, la manipulación incorrecta, el almacenamiento inadecuado y la ruptura de la cadena de frío, incrementan el riesgo de enfermedades gastrointestinales, advierte Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB.
No solo el consumo de alcohol es frecuente en las celebraciones de las Fiestas de Fin de Año, sino que también el alto consumo de alimentos de todo tipo.
En este sentido, las intoxicaciones en este periodo son más comunes de lo que se piensa. “Factores como la gran cantidad de alimentos preparados que se comercializan y no cumplen con los requisitos sanitarios que otorguen seguridad al momento de ingerirlos: almacenamiento inadecuado de ellos, manipulación incorrecta de los alimentos y la ruptura de la cadena de frío, pueden hacer pasar más de un mal rato a las personas durante las Fiestas de Fin de Año”, reflexiona Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
El Toxicólogo detalla cuáles son las causas más comunes de las intoxicaciones alimentarias:
- Contaminación cruzada: Ocurre cuando alimentos crudos como la carne, pescado, los mariscos entran en contacto con alimentos listos para consumir.
- Almacenamiento inadecuado: Cada alimento se debe mantener refrigerado para evitar la proliferación de bacterias como, por ejemplo, salmonella escherichia coli y listeria, entre otras.
- Cocción insuficiente de alimentos: Las carnes, los mariscos y las aves cuando se cocinan mal pueden ser un caldo de cultivo para el crecimiento y desarrollo de bacterias patógenas.
- Alimentos en mal estado: Cuando se utilizan alimentos que ya están vencidos, o no se han almacenado de manera adecuada. En ellos crecen bacterias y también se producen sustancias químicas que pueden ser nocivas para la salud y afectar principalmente nuestro sistema digestivo.
- Manipulación incorrecta: Es importante lavarse las manos antes de preparar alimentos y antes de consumirlos, además de utilizar utensilios de cocina muy bien limpios. También, dentro de la manipulación incorrecta podemos mencionar el gran riesgo que puede existir en comer o ingerir alimentos que se venden en la vía pública y que no son preparados de la manera correcta (cadena de frío y se han almacenado de manera inadecuada). Además, las personas que manipulan estos alimentos en la calle en general mantienen una muy mala higiene de las manos, reciben dinero, manipulan otros elementos y luego preparan los alimentos.
- Consumo de alimentos crudos: Un riesgo sobre todo los mariscos y los postres que han sido elaborados en base a huevo, cremas, a dulce de leche y también en base a salsas.
Cómo prevenir
Los síntomas de una intoxicación alimentaria, en general, aparecen entre 1 y 72 horas después de haber consumido el alimento y estos síntomas pueden ser por ejemplo náuseas y vómitos, diarrea, dolor abdominal, calambres, fiebre, debilidad general y deshidratación.
“Hay que tener mucho cuidado con personas de edad vulnerable como los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y pacientes inmunodeprimidos o que tengan alguna otra enfermedad, ya que en la enfermedad la intoxicación alimentaria puede ser grave y requerir la atención médica”, advierte el académico UNAB.
¿Cuáles son las medidas de prevención? en primer lugar, mencionar la higiene de la cocina. “Hay que lavarse siempre bien las manos, lavar los utensilios y las superficies donde vamos a cocinar. Evitar la contaminación cruzada, es decir, usar tablas para cortar separadas para alimentos crudos y para alimentos cocidos. Cocinar bien los alimentos, especialmente las carnes, los mariscos, las aves y los huevos”, dice.
Asimismo, el experto destaca que hay que “mantener la cadena de frío, esto quiere decir que no hay que dejar los alimentos a temperatura ambiente por más de 2 horas y menos exponerlos al calor extremo del verano, siempre consumir alimentos frescos evitando el uso de ingredientes que ya estén vencidos o mal conservados y también hay que evitar el recalentamiento de los alimentos”, concluye.