Estudio revela que la dieta cetogénica mejora la función cerebral
Tiempo de lectura: 3 minutos Posicionando a Chile en la vanguardia del conocimiento, un estudio del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) identificó los efectos positivos que genera la implementación de una dieta cetógenica cíclica en la función cerebral.
Durante el último siglo, el escenario sociodemográfico mundial se ha caracterizado por un aumento de la esperanza de vida, resultando en una población cada vez más envejecida. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el 2022, en Chile existían 3.449.362 personas mayores de 60 años, representando un 18% de la población total, cifra que proyecta un incremento del 14% para 2050.
Esta situación ha llevado a un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas, así como patologías neurodegenerativas como demencia, Alzhéimer y Párkinson, representando un desafío significativo para el país.
Buscando encontrar alternativas que permitan extender el periodo de vida saludable de las personas, el Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO), llevó a cabo una investigación que permitió identificar los potenciales beneficios de una dieta cetogénica para combatir el deterioro cognitivo y obtener efectos beneficiosos sobre la memoria y la función neuronal de ratones envejecidos.
El estudio fue liderado por el Vicerrector de Investigación y Desarrollo y académico de la Universidad de Chile, Christian González-Billault, junto con el doctor en Ciencias UChile e investigador de la Universidad San Sebastián, Diego Acuña. Además, contó con la colaboración del Instituto Buck, a través de sus especialistas Birgit Schilling y John Newmann.
El trabajo articulado por más de seis años en el tema se tradujo en la tesis doctoral de Acuña, como también en la creación de la publicación científica “Administración de una dieta cetogénica en etapas avanzadas de la vida mejora la memoria al modificar el proteoma sináptico cortical a través de la vía de señalización de PKA en ratones envejecidos” en la revista Cell Reports Medicine.
Dieta cetogénica y los nuevos conocimientos
La investigación se basó en una mirada ampliada al proceso de la función cerebral de los roedores de edad avanzada (24 meses), a partir de la implementación de una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos, alternándola semanalmente con una dieta estándar.
Para ello, los especialistas realizaron una serie de pruebas cognitivas para medir las capacidades de memoria y aprendizaje, identificando que los animales que fueron alimentados con una dieta cetogénica, presentaron un mejor desempeño.
Posteriormente, se llevaron a cabo experimentos de electrofisiología en regiones del cerebro en donde se almacena la memoria y el aprendizaje de los mamíferos, reconociendo que la potenciación sináptica de animales con este tipo de alimentación era más robusta, generando similitudes con animales de edades más jóvenes. “Se evidenció una mejora en los niveles de la respuesta sináptica, que es un correlato biológico de los mecanismos de aprendizaje y memoria”, explicó el Vicerrector, quien también es el director alterno de GERO.
Además, los investigadores realizaron un análisis a la morfología de las neuronas y su capacidad de formar conexiones con otras neuronas de la red, descubriendo que los roedores con este tipo de alimentación podían mantener una mejor respuesta cerebral. “Cuando envejecemos, este circuito comienza a funcionar peor, debido a que las conexiones ya no son las mismas, ya que la arquitectura de las neuronas va cambiando con la edad. Sin embargo, las neuronas de estos animales tenían una morfología más compleja, una condición que favorece la generación de mayores conexiones”, complementó el profesor González-Billault.
Finalmente, el estudio contempló la revisión de las células que constituyen la comunicación entre las neuronas, evaluando los cambios de contenido de proteínas de esa muestra. “Todos estos cambios hacen que las proteínas que están dentro de las neuronas de los animales tratados con esta dieta, tengan una abundancia relativa e identidad única que permite un mejor funcionamiento”, indicó el Vicerrector.
Proyecciones del estudio
Si bien los resultados de la implementación de una dieta cetogénica resultan prometedores, los investigadores advierten que este estudio solo ha sido aplicado en roedores macho y mediante un análisis exclusivo de áreas corticales del cerebro. Por ello, se sugiere la necesidad ampliar las indagaciones a modelos animales hembras, así como validar estos hallazgos mediante estudios clínicos en humanos, considerando la variabilidad genética y las diferencias metabólicas entre ambos seres vivos.
“Estudios preliminares han evidenciado que la administración de cuerpos cetónicos en personas con declive cognitivo moderado, recupera el estado energético del cerebro y genera mejoras en test conductuales de memoria. Sin embargo, debemos ser cautelosos con este tipo de intervenciones, ya que todavía se requiere investigación para comprender en detalle los mecanismos moleculares que la dieta cetogénica y los cuerpos cetónicos producen sobre la función cerebral”, añadió Acuña.
Por su parte, el profesor González-Billault alertó que la implementación de esta dieta en humanos podría ser peligrosa sin supervisión médica.