En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

¿Por qué son más frecuentes los infartos en personas jóvenes?

¿Por qué son más frecuentes los infartos en personas jóvenes?

  -

Tiempo de lectura: 3 minutos Los infartos al miocardio han registrado un alza en la población joven en Chile. Especialistas explican por qué ocurre este fenómeno, y detallan cómo identificar y prevenir este tipo de episodios.

Comparte:

La alta incidencia y mortalidad asociada a esta enfermedad convierten al infarto en un tema de preocupación permanente para la sociedad. Sin embargo, lo que antes veíamos a partir de los 50 o 60 años, hoy se ha traspasado también a la población menor de 45 años.

Según el cardiólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Alberto Barría, “los principales grupos de riesgo han sido los hombres mayores de 55 años y las mujeres mayores de 65 años. Sin embargo, en los últimos 10 a 15 años, hemos observado un aumento en la incidencia de infartos en poblaciones más jóvenes que estas”.

En la misma línea, la médica hematóloga y coordinadora académica de Internados de la Escuela de Salud de la Universidad de O’Higgins (UOH), Carolina Contreras, explica que son cada vez más los pacientes que presentan a menor edad las patologías que antes eran propias de un adulto mayor. «En los últimos años, con el boom de la tecnología, el sedentarismo ha aumentado considerablemente lo cual en sí constituye un factor de riesgo. Por último, el uso masivo de sustancias ilícitas recreacionales es una ‘moda’ en ascenso de los últimos años”, apunta.

¿A qué se debe esta alza?

Ser joven no ofrece inmunidad frente a los problemas cardiovasculares. Los infartos de miocardio pueden producirse a cualquier edad, normalmente debido a los siguientes hábitos:

  • Consumir tabaco: La población en Chile tiene una alta prevalencia de consumo de cigarrillo. Aproximadamente, un 35% de los chilenos se considera fumador, según datos del Ministerio de Salud.
  • Sobrepeso: Un 40,2% de la población chilena se encuentra en condición de sobrepeso, 31,4% de la población tiene obesidad no mórbida y 3,4% presenta obesidad mórbida.
  • Sedentarismo: De acuerdo a la OMS, el promedio de inactividad es del 79% en jóvenes, 29% en adultos, y 41% en adultos mayores.
  • Hipertensión arterial: El aumento de obesidad y sedentarismo en los jóvenes se traduce, a su vez, en la aparición de hipertensión arterial esencial a edad más temprana, lo que trae un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Antecedentes familiares: Los antecedentes genéticos de enfermedades cardíacas en el núcleo familiar también son un factor de riesgo al que hay que tener especial cuidado.

¿Cuáles son los síntomas de un infarto?

“Un infarto habitualmente se presenta con dolor de pecho o compresión de pecho, pero también puede presentarse como un ahogo brusco o una pérdida de conciencia con incluso caída al suelo”, explica Barría.

Y añade que “la sintomatología es igual en hombres y mujeres, sin embargo, por razones difíciles de comprender y que constituyen un problema a nivel mundial, a menudo se les presta menos atención a las mujeres cuando experimentan dolor en el pecho. En muchas ocasiones, su evaluación se realiza más tarde o consultan después, lo que aumenta su riesgo”.

Estos síntomas pueden pasar desapercibidos en personas jóvenes, ya que al tener una salud aparentemente mejor es posible que el dolor se atribuya a otras afecciones, como inflamación, infección, dolor óseo o reflujo esofágico.

«A veces, en estos pacientes, es crucial prestar mucha atención a los síntomas, interrogarlos detalladamente o insistir en que si continúan experimentando molestias consulten, ya que se puede llegar a pasar por alto, y cuanto más tarde se atienda un infarto más riesgoso es. Cuando alguien experimenta dolor torácico, especialmente si es persistente, intenso, opresivo y dura más de 10 minutos, es fundamental que consulte rápidamente a un médico, sobre todo si presenta síntomas como dificultad para respirar, mareos y, obviamente, pérdida de conciencia”, detalla Barría.

¿Cómo abordar el alza de infartos?

Para Carolina Contreras, es necesario trabajar con políticas públicas robustas y estrictas para evitar los causantes de patologías cardiacas. «Una inversión fuerte en este ítem tendría repercusiones en gastos tales como hospitalizaciones, medicaciones crónicas, por ejemplo, y a nivel macro, sería importante considerar la carga de enfermedad en población activa laboralmente: años de vida perdidos por una muerte prematura (AVMP), años de vida asociados a discapacidad (AVD) y, con ello, los años de vida saludable perdidos (AVISA) por una enfermedad”, comenta la académica UOH.

Por otro lado, el especialista del Hospital Clínico de la U. de Chile advierte sobre la importancia de tomar conciencia a edad temprana y fomentar conductas de autocuidado para prevenir infartos a tiempo, como, por ejemplo:

  • No fumar
  • No consumir drogas
  • Evaluación periódica de los niveles de presión arterial
  • Evitar exceso de grasas y sal
  • Hacer ejercicio físico
  • Poner atención a los factores de riesgo familiares

Te puede interesar