Sebastián Piñera y su rol en la llegada de vacunas
Tiempo de lectura: 4 minutos La llegada de vacunas contra el Covid-19 fue una de las medidas más destacadas en el segundo Gobierno del fallecido exmandatario. Bajo su administración, lograron cerrar en tiempo récord contratos con Sinovac y Pfizer BioNTech, asegurando más de 20 millones de dosis para la población.
Los días grises de la pandemia, que para finales de 2020 habían dejado a 63 mil personas fallecidas, vieron luz con la llegada del primer cargamento de vacunas Pfizer-BioNTech contra el Covid-19.
El evento ocurrió el 24 de diciembre de 2020. Desde el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, el entonces presidente Sebastián Piñera celebraba el arribo de una medida para enfrentar el virus.
“Estas vacunas son una luz de esperanza que nos va a iluminar el camino”, anunció a la ciudadanía. Dichas dosis comenzarían a estar disponibles para la población en los próximos días, marcando el inicio del proceso de inoculación nacional.
Trabajo contra reloj
El hito, enmarcado en el segundo Gobierno del fallecido exmandatario, fue el resultado de un acelerado proceso de diálogos y negociaciones, en donde la ciencia estuvo en el centro. Así lo explica el exministro de Ciencia, Andrés Couve: «Empezamos desde muy temprano a pensar en el tema de las vacunas y le mostramos al presidente una serie de alternativas evaluadas desde el Ministerio de Ciencia«.
Couve describe que surgió la posibilidad de hacer ensayos clínicos en Chile. La ventaja de esto es que permitía establecer vínculos con laboratorios y, al mismo tiempo, proporcionar un conocimiento más cercano sobre los efectos de la vacuna en la población. «Contactamos a cuatro laboratorios que decidieron hacer ensayos clínicos, de efectividad y efectos secundarios acá en Chile», detalla.
Estos laboratorios eran Sinovac, Janssen, Oxford – AstraZeneca y CanSino, que comenzaron a realizar ensayos fase III en Chile a través de un consorcio de universidades y centros clínicos.
«(El expresidente Piñera) Fue estratégico en hacer convenios con distintos países, distintos laboratorios, ya que no sabíamos cuáles se iban a aprobar. Convocó a los mejores, a los expertos, a todos quienes pudieran aportar», menciona la exsubsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.
Fue un trabajo contra reloj, puesto que debían asegurarse de ser los primeros en adquirir las dosis: «El presidente Piñera nos impulsó a los ministerios a trabajar para que, cuando las vacunas fueran aprobadas, Chile fuera de los primeros países en adquirirlas«.
Tras estas gestiones, el Gobierno logró asegurar inicialmente más de 10 millones de dosis de la vacuna Pfizer BioNTech y también más de 10 millones de dosis de la vacuna Sinovac. Por otro lado, los acuerdos con AstraZeneca Oxford, Janssen (Johnson & Johnson) y COVAX, permitieron asegurar más de 30 millones de dosis de vacunas.
El acuerdo con Sinovac
A diferencia de las otras farmacéuticas, la vacuna Coronavac de Sinovac fue la única financiada con fondos chilenos y en la que Chile podía participar intelectualmente en la evaluación clínica.
La compañía china no era desconocida. El académico UC y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, Alexis Kalergis, se había relacionado anteriormente con sus representantes. Además, había hecho seguimiento de la vacuna que estaban desarrollando.
Kalergis fue uno de los primeros en advertir la importancia de concretar acuerdos para la llegada de vacunas a Chile. Fue por ello que él, junto con el rector de la Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, presentaron a las autoridades de Gobierno una propuesta para efectuar la alianza con Sinovac.
«Estas colaboraciones dieron espacio a acuerdos formales de colaboración entre SINOVAC, la UC, otras instituciones académicas y el Estado de Chile que permitirían generar la evidencia científica que respaldaba la seguridad e inmunogenicidad de la vacuna, así como establecer el acceso a la vacuna de manera preferente, prioritaria y en cantidades suficientes para vacunar a la totalidad de la población chilena», detalla Kalergis.
«Contamos con toda la colaboración de los ministros, subsecretarios y también del presidente Piñera«, asegura Sánchez.
Una de las solicitudes del Gobierno fue que, además de su aporte, buscaran a una contraparte privada que apoyara en la inversión.
«La CPC nos ayudó a través de Juan Sutil como presidente. Ya teniendo un tercio de los recursos involucrados, volvimos a planteárselo al Gobierno y fue el propio presidente el que dio el okey para tener los 6 millones de dólares que necesitábamos para financiar los estudios clínicos», menciona el rector UC.
Con ello, el 16 de junio lograron firmar el acuerdo con Sinovac, y en noviembre de 2021 comenzaron los ensayos fase III en distintas clínicas y hospitales. Finalmente, tras demostrarse la eficacia de estas vacunas, el Instituto de Salud Pública (ISP) autorizó su uso.
El rol presidencial
Para Ignacio Sánchez, el rol del presidente Piñera fue clave en la concreción del acuerdo con Sinovac. «Estas decisiones no las podía definir un ministerio sectorial como el Ministerio de Salud. Involucraba también al Ministerio de Relaciones Exteriores, al Ministerio del Interior, y era el presidente quien dirigía el grupo de trabajo que se encargaba de todos los aspectos a solucionar en esta dura pandemia», destaca.
En la misma línea, Kalergis menciona que el expresidente Piñera «se mostró siempre preocupado por entender los fundamentos del potencial protector de la vacuna para Covid-19 e interesado en la evidencia que respaldaba su seguridad y eficacia».
El microbiólogo destaca la disposición del exmandatario «a realizar las gestiones que fuesen necesarias para avanzar en el frente de acceso a vacunas contra el coronavirus».
Respecto al trabajo que hoy se ha hecho con miras al desarrollo de nuevas vacunas, Kalergis comenta que el Gobierno del presidente Boric -a través de los ministerios de Economía, Ciencia y Salud-, han creado una mesa de trabajo con Sinovac y el Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia. Dicha instancia busca alternativas que fortalezcan la investigación y desarrollo en vacunas.