Molécula del boldo chileno despierta el interés científico
Tiempo de lectura: 3 minutos Una larga investigación se lleva adelante en la Universidad de Valparaíso para tratar enfermedades crónicas no transmisibles. Un trabajo pionero en la investigación de las ventajas curativas de la boldina, proveniente esta especie endémica para combatir procesos inflamatorios de enfermedades crónicas no transmisibles.
La inflamación también es común en las enfermedades crónicas no transmisibles —diabetes, Alzheimer, epilepsia, depresión, entre otras— donde las células fundamentales del tejido afectado también participan en el proceso inflamatorio.
Para estos casos, el doctor Juan Carlos Sáez, director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV), apunta a pensar en tratamientos más efectivos para el origen del proceso inflamatorio crónico, con un enfoque de la curación de la patología y no sólo a aliviar los síntomas
Un ejemplo de esta nueva dirección es el boldo (Peumus boldus, por su nomenclatura científica), árbol endémico chileno, y la boldina, su principal alcaloide. Esta molécula ha despertado el interés en la comunidad científica internacional debido a sus propiedades, como revelan las investigaciones del doctor Sáez en colaboración con científicos de Estados Unidos y Hong Kong, entre otros.
“Si bien hay una amplia variedad de patologías, nos hemos enfocado especialmente en las enfermedades crónicas, aquellas que no son transmisibles y carecen de agentes infecciosos. Desafortunadamente, estas enfermedades no tienen una cura en la actualidad. Algunas de ellas, como la epilepsia y la diabetes, cuentan con tratamientos que se enfocan principalmente en aliviar los síntomas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos tratamientos no logran sanar por completo la enfermedad”, advierte el científico.
Importante hallazgo
El doctor Sáez hizo recientemente un descubrimiento relevante relacionado con la diabetes, en el cual se observa la presencia de canales iónicos “no selectivos” en las células musculares. Según explica, en las enfermedades neuromusculares, las células progenitoras que normalmente generan nuevas células musculares están inflamadas y presentan estos canales “no selectivos” llamados hemicanales. Como consecuencia, se forman adipocitos (células que acumulan grasa), así como células musculares que presentan canales “no selectivos”, en lugar de células musculares normales.
Si se bloquean estos canales “no selectivos”, las células progenitoras ya no se convierten en adipocitos, sino que cumplen con su función normal de formar células musculares sanas.
En esa línea, el investigador afirma que tanto el boldo como la boldina y derivados sintéticos de ella han demostrado ser efectivos en la recuperación muscular, como lo ha comprobado en sus experimentos. “Además, hemos explorado otras estrategias experimentales para este propósito. Aunque algunos argumentan que la boldina es una molécula no selectiva y poco específica, nuestros resultados demuestran que esa falta de selectividad es una ventaja ya que le permite cerrar varios canales no selectivos que participan en la respuesta inflamatoria, lo que la hace muy eficaz en detener la inflamación”.
“En todos estos enfoques, hemos logrado obtener los mismos resultados: la recuperación del músculo. Por lo tanto, la acción de la boldina no se debe a su falta de especificidad, sino que actúa en los blancos moleculares que estamos investigando.”
Entre las ventajas del boldo destaca que es un producto natural que puede ser utilizado como suplemento alimenticio y está disponible en el mercado. “Esto significa que no es necesario esperar la aprobación de una molécula por parte de la agencia estadounidense responsable de la regulación de alimentos y medicamentos, FDA (Food and Drug Administration) para proporcionar una terapia ”. El boldo está disponible y fue aprobado como planta medicinal, además es asequible y efectivo.
Creciente interés
La comunidad científica está mostrando un creciente interés en el boldo, debido a sus potenciales beneficios, a partir de las investigaciones que ha desarrollado el doctor Sáez en más de dos décadas de estudio. “Recientemente se publicó un estudio que resume nuestros hallazgos y demuestra que el consumo de boldo favorece el crecimiento de los nervios después de un daño en la médula espinal, lo que potencialmente podría evitar la parálisis».
Esta investigación, originada en Chile, ha llevado a un grupo de científicos en Estados Unidos a obtener una patente que respalda el uso de boldina para promover el crecimiento de las neuronas y reducir el dolor evitando la parálisis. Gracias a estos avances, se han financiado cerca de diez años de investigación en este campo. «Es importante mencionar que el boldo chileno es el único que ha demostrado ser efectivo hasta ahora”.
El consumo de boldo no presenta efectos colaterales ni riesgo de toxicidad importante. Chile es pionero en la investigación del boldo para el tratamiento de enfermedades.
Fuente: UV