En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Desafíos pendientes para la prevención del tabaco

Desafíos pendientes para la prevención del tabaco

  -

Tiempo de lectura: 3 minutos En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, Cooperativa Ciencia conversó con especialistas sobre los avances regulatorios del país para reducir su consumo. Aunque aseguran que ha existido una reducción en la prevalencia, advierten que aún quedan desafíos normativos para reducir el consumo de cigarrillos convencionales y electrónicos.

Comparte:

351 mil latinoamericanos mueren cada año por el tabaquismo, informó un reciente estudio realizado por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS). En Chile, esta cifra bordea los 20 mil casos de fallecimiento, posicionando al país en el sexto lugar de los países de la región con más muertes por esta causa. Se trata de un problema que no solo afecta en términos de salud, sino que también a nivel de los costos que representa para el sistema de salud y la economía.

Según el IECS, 4.349 millones de dólares gasta el sistema de salud y económico chileno por los efectos del tabaco, lo que representa el 1,8 del PIB nacional. Dicha cifra incluye los costos médicos y de tratamientos, cuidado de pacientes y productividad perdida. «Alrededor de 790 millones de dólares se gastan solo en la disminución de la productividad, 1.500 millones en costos sobre el sistema salud y alrededor de 890 millones de dólares en el cuidado de las familias a personas con enfermedades generadas por el tabaco «, explica especialista broncopulmonar y académica de la Universidad de Magallanes, Lidia Amarales.

Avances legislativos

La primera de normativa implementada para prevenir el consumo del tabaco fue la Ley 19.419, que data del año 1995, y que regula actividades relacionadas con el tabaco. La normativa más reciente es la Ley del Tabaco (20.660), que rige desde 2013 y aumenta las restricciones al consumo, venta y publicidad del cigarro. 

Para la broncopulmonar y jefa del programa cesación del tabaco de Instituto Nacional de Tórax, Dra. Guacolda Benavides, «en las ultimas décadas hemos mejorado la prevalencia del tabaquismo de un 40% a un 33%«. Sin embargo, «falta por mejorar la regulación de los cigarrillos convencionales y los productos derivados del tabaco e incorporar a los nuevos dispositivo electrónicos, con y sin nicotina, y productos de tabaco calentados».

En la misma línea, Amarales comenta que «no estamos suficientemente contentos cuando vemos que todavía nuestra prevalencia de tabaco es de 11,1% en escolares, porque cuanto más precoces en el tabaquismo, hay más posibilidades en la adicción. Desde la última ley de 2013 no hemos avanzado nada, no hemos logrado llevar adelante e implementar la nueva ley que regula los cigarrillos electrónicos«.

De acuerdo con datos entregados por la Ministra de Salud, Ximena Aguilera, el consumo de tabaco prevalece en niños y jóvenes, lo que se traduce en que un 32,5% de la población de 15 a 65 años es fumadora.

Cigarrillos electrónicos

En los últimos años, se ha registrado un auge de los cigarrillos electrónicos, o también llamados «vapers». Se trata de una producto que ha causado alerta en los profesionales de salud, ya que es considerado como la puerta de entrada para que los jóvenes comiencen a fumar.

En 2019 comenzó la tramitación del proyecto de ley que regula la venta, publicidad y consumo de los cigarrillos electrónicos. La iniciativa se originó en dos mociones de senadores y un mensaje del Ejecutivo. En mayo de este año, la Cámara aprobó en general el texto, que hasta ahora ha sido modificado casi en su totalidad respecto al original.

Al respecto, la Dra. Amarales critica los cambios que experimentó el documento inicial, y señala que el actual «es absolutamente no regulatorio»: «Es volver casi a los años 50, porque se disminuyó la advertencia solo un 20% en blanco y negro. Dice que «puede producir cáncer», cuando tenemos la evidencia de que los productos que tienen los cigarros electrónicos son fitotóxicos, son sustancias cancerígenas y son hemotóxicos. Está demostrado que produce daño».

¿Hacia dónde avanzar?

Para la Dra. Benavides, es necesario mejorar la actual Ley de Tabaco, lo que incluye mejorar la definición de espacios públicos en los que no se pueda fumar e incrementar las advertencias en los productos así como en las restricciones del consumo de tabaco en menores de edad. «Todo esto tiene que estar normado, además de incorporar en las políticas a los nuevos dispositivos electrónicos, y enfatizar en la prevención con campañas atractivas dirigidas a los jóvenes«, agrega Benavides.

Por su parte, Amarales destaca la importancia de un impuesto dirigido al tabaco: «Proponemos que, dentro de la reforma de salud, se aumente el impuesto especifico al tabaco, lo que va a incrementar su costo. Esto va enfocado a impactar en la población infantil para disminuir el consumo».


Te puede interesar