Cómo la robótica cambió las cirugías
Tiempo de lectura: 2 minutos Cirugía urología, cirugía digestiva alta y general, son sólo algunas de las especialidades que hoy en día son operables mediamente la tecnología robótica, pero ¿cómo funciona realmente esta innovación médica?
A finales de los 80, la NASA, Jet Propulsion Laboratory y RAMS (Robot Assisted Micro Surgery) revolucionaron el mercado al crear un prototipo de robot que realiza cirugías poco invasivas. En 1994 tuvieron su primer éxito, creando así el primer brazo robótico de 2,5 cm de diámetro por 25 cm de largo, con los 6 grados de movimiento en el espacio.
A partir de esta tecnología, nació da Vinci Surgical System, uno de los principales sistemas operativos que se utilizan en la cirugía robótica, hasta el día de hoy.
En 2009, fue la primera vez que una de estas máquinas llegó a Chile. Originalmente, este tipo de intervenciones se utilizaba exclusivamente en cirugías urológicas, pero con las mejoras tecnológicas, se ha expandido su campo.
¿Cómo funciona la cirugía robótica?
Este tipo de intervenciones suena a que te opera exclusivamente el robot y no un médico, pero es más específico aún. Todo dependerá del tipo de robot que se utilice en cada centro, pero generalmente, consta de tres etapas.
- Carro del paciente: arriba de la camilla quirúrgica del paciente, se encuentran cuatro brazos, además de una cámara y el instrumental utilizado para la cirugía. La cámara transmite directamente a la estación del médico.
- Consola del cirujano: desde aquí, el médico controla a través de los distintos comandos que hay en la máquina. En ella, se transmiten las imágenes que son captadas a través de los brazos robóticos.
- Carro de visión: aquí es donde se procesan las imágenes y se ven a través de las pantallas, lo que está sucediendo en el pabellón. Además, es primordial para enseñar a posibles estudiantes interesados en el campo robótico.
Para Sergio Guzmán, Jefe del Programa de Cirugía Robótica de la Clínica Universidad de los Andes, es mucho más fácil de lo que suena. De hecho, compara el manejo de la máquina a un joystick: «Uno mueve los brazos del robot que tienen energía, electricidad, calor y alta precisión, y eso permite hacer cirugías laparoscópica con más facilidad. Entonces esto encendió en el mundo de la urología, pues la cirugía de cáncer era compleja de hacer porque se trabajaba con la vejiga, la próstata, los nervio que controlan la erección, que controlan la continencia de la orina, ayudando a mejorar la calidad de la cirugía que hacíamos laparoscópica»
El pronóstico en Chile
Según la Revista Chilena de Cirugía, la primera cirugía robótica se realizó en 2009, a un paciente con cáncer a la próstata. Desde ese entonces, más de 5 clínicas del país han experimentado en el área. Según Guzmán, los pacientes no tienen miedo al momento de explicarles que serán operados mediante una máquina, sino que el resquemor principal, es el precio de las intervenciones: «El problema más grande en Chile, por supuesto, como casi toda la cosa que nos pasa, es que esto tiene un costo. Sin embargo, realizar una buena cirugía de cáncer, mediante la robótica, puede ser un gran ahorro en drogas millonarias. Entonces, a veces no es tan caro tener un robot«
Otra de las conversaciones interesantes que se producen por este tipo de intervención, es el límite ético. Para el urólogo Guzmán, lo ve netamente como un beneficio: «Es complicado cuando uno dice cirugía robótica. Este robot no se mueve nada si no lo hace uno. La diferencia es que tus manos, en vez de medir diez centímetros, miden un centímetro y están en un sistema escalado en que uno puede usar las manos de manera más precisa. Eso es. No es que el robot se vuelva loco, ni que tome decisiones ni nada» menciona.