Ideas Aplicadas: Agricultura sustentable y control biológico en cerezos
Tiempo de lectura: 2 minutos Investigadores de Duoc UC avanzan en el desarrollo de microorganismos benéficos para combatir dos de las enfermedades más devastadoras en la producción de cerezas, un pilar de la agroexportación nacional.
El cultivo del cerezo es fundamental para la agricultura de exportación chilena, pero enfrenta serias amenazas fitosanitarias. El cáncer bacterial, causado principalmente por la bacteria Pseudomonas syringae, y los hongos de la madera son dos de las enfermedades más perjudiciales, capaces de reducir drásticamente la producción e incluso causar la muerte de las plantas.
En un nuevo capítulo de Ideas Aplicadas, la ingeniera agrónoma y docente de Duoc UC, Claudia Carreras, comentó una innovadora solución para combatir el cáncer bacterial en cerezos mediante el uso de controladores biológicos.
Este proyecto de investigación aplicada, que surgió de la inquietud de estudiantes de Ingeniería Agrícola en la sede San Bernardo, busca identificar y utilizar «defensores naturales« –microorganismos que ya habitan en las plantas– para combatir a los patógenos. La iniciativa representa un paso hacia una agricultura más sustentable y responde a la creciente necesidad de alternativas a los agroquímicos tradicionales.
El impacto del cáncer bacterial en la industria del cerezo
El cáncer bacterial y los hongos de la madera representan un desafío mayúsculo para los productores de cerezas en Chile. «Estas enfermedades afectan tanto a plantaciones nuevas como a huertos en plena producción», explica Carreras, quien añade que, en huertos jóvenes, la mortalidad puede alcanzar hasta el 50% de las plantas.
En huertos establecidos, la incidencia varía entre un 7% y un 25%, pero el problema es que a menudo actúan de forma silenciosa. «Una vez que comenzamos a ver los efectos en la disminución de la producción o en la muerte de partes de las plantas, las pérdidas pueden oscilar entre el 20% y el 50%«, advierte la investigadora.
Actualmente, el control del cáncer bacterial se basa principalmente en aplicaciones de cobre, pero esta estrategia enfrenta limitaciones significativas. La bacteria está desarrollando resistencia, haciendo que el cobre sea cada vez menos efectivo. Además, el uso continuado de cobre puede contaminar el suelo y, paradójicamente, ha coincidido con un aumento en la incidencia de hongos de la madera.
Control biológico: Una alternativa sustentable
Frente a las limitaciones de los tratamientos químicos, el proyecto de Duoc UC se enfoca en el control biológico, utilizando microorganismos benéficos (bacterias y hongos no patógenos) que ya coexisten con las plantas y sus enfermedades.
«Queremos investigar endófitos, que ya son parte de este mundo de las plantas», señala Carreras. Estos microorganismos pueden controlar a los patógenos mediante diversos mecanismos: compiten por nutrientes y espacio, inhiben su crecimiento e incluso pueden parasitarlos (microparasitismo).
El uso de controladores biológicos ofrece múltiples ventajas. «En primera instancia, disminuye la carga de pesticidas químicos«, destaca la experta, lo que reduce la contaminación ambiental y ayuda a cumplir con las exigencias de los mercados internacionales.
Además, estos microorganismos pueden estimular los propios mecanismos de defensa de las plantas, funcionando «como un tipo de vacuna«, lo que contribuye a un manejo más sustentable del huerto. Aunque los controladores biológicos no reemplazarán completamente a los químicos a corto plazo, sí pueden reducir significativamente su uso y fortalecer la salud general de las plantas.