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Cuidadores y cuidadoras en Chile: La urgencia de garantizar su salud mental

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Tiempo de lectura: 2 minutos De acuerdo con la especialista en envejecimiento, Claudia Miranda, las y los cuidadores están expuestos a presentar problemas de salud mental. Algunas señales de alerta son los problemas para dormir, cambios en el apetito, el pensamiento constante en las situaciones que generan estrés y la falta de energía.

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La salud mental de las personas cuidadoras, un tema poco visible pero no menos urgente, se sitúa en la esfera pública cada día con más fuerza. La doctora en envejecimiento y salud mental, Claudia Miranda, conversó sobre la importancia de prestar atención a quienes se dedican a las labores de cuidado, especialmente en cuidadores informales.

Al igual que quienes padecen trastornos o afecciones mentales, las y los cuidadores son propensos a desarrollar problemas que requieren buscar ayuda de un cercano o un profesional.

Algunas de las señales que alertan, de acuerdo con Miranda, son problemas para dormir, problemas de sueño, cambios en el apetito, el pensamiento constante en las situaciones que generan estrés, la falta de energía o hacer cosas en un estado «automático».

El impacto multifacético del cuidado

De acuerdo con la profesora titular de la Facultad de Enfermería en la Universidad Andrés Bello (UNAB), el cuidado contempla un doble impacto: el lado negativo corresponde al estrés y sobrecarga, mientras que el lado positivo hace alusión al aprendizaje y capacidades que se adquieren.

«Es importante poner atención tanto al impacto negativo como al positivo», señaló la investigadora del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad(MIDAP).

La adaptación a las labores de cuidado suele ser un proceso complejo, que a menudo se presenta de manera impuesta. En la mayoría de los casos, una sola persona asume la responsabilidad principal del cuidado, lo que puede afectar más en su salud mental.

En cuanto al bienestar y redes de contacto, según un estudio del Instituto Micare, un 35% de los cuidadores de personas mayores en situación de dependencia (PMD) cuenta con un solo contacto familiar con quien se siente cómodo para conversar asuntos personales.

«Es el cuidador principal el que, en el fondo recibe ese mayor impacto negativo respecto de la labor de cuidar», explicó la doctora en envejecimiento y salud mental.

Adaptarse a las labores del cuidado

Para proteger la salud mental de las y los cuidadores, es esencial adoptar un enfoque integral que considere tanto aspectos psicosociales como el apoyo social. Miranda enfatizó la importancia de evaluar no solo la sobrecarga, sino también la sintomatología depresiva y ansiosa, así como la calidad de vida general de quien cuida.

Adicionalmente, el apoyo social es importante para evitar otros problemas como el «síndrome del cuidador», una condición marcada por el estrés, depresión, insomnio y ansiedad.

Finalmente, la directora del Instituto Milenio Micare recomendó  el uso de guías destinadas al autocuidado de quienes se encargan del cuidado de personas dependientes. Como el cuadernillo para cuidadores de personas con demencia de la Universidad de Chile, o recursos disponibles en el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA).


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