El cáncer en Chile representa un gasto equivalente a diez veces la Ley Ricarte Soto
Tiempo de lectura: 2 minutos En este capítulo de Factor Cáncer, conversamos con Manuel Espinoza, médico-cirujano e investigador principal de CECAN, sobre cómo estimar los costos del cáncer en Chile y qué políticas públicas son necesarias para enfrentarlos.
En un nuevo capítulo de Factor Cáncer, Manuel Espinoza, médico cirujano especializado en economía de la salud e investigador del Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (CECAN), se refirió al problema del alto costo del cáncer en Chile.
«Le estamos destinando mucho dinero al sistema de salud, pero la percepción de la ciudadanía es que todavía no tiene acceso oportuno», señaló Espinoza.
En materia de cifras, el experto indicó la cifra que gasta el país en esta enfermedad: «Son 1.5 millones de millones de pesos. Para tener alguna algún punto de comparación, por ejemplo, es casi unas 10 veces la Ley Ricarte Soto«.
El especialista mencionó que el costo del cáncer en Chile se divide en tres grandes áreas: servicios de salud, licencias médicas y pérdida de productividad laboral. La mayor parte del gasto se destina a servicios médicos, incluyendo hospitalizaciones, exámenes, medicamentos, radioterapia y cirugías.
Las licencias médicas representan 47.000 millones de pesos, mientras que la pérdida de productividad laboral alcanza los 78.000 millones. Esta distribución del gasto evidencia que, si bien se invierte una cantidad significativa de recursos, aún existen deficiencias en la prevención y el acceso oportuno a diagnóstico, lo que a la larga incrementa los costos y empeora el pronóstico de los pacientes.
Espinoza afirma que «la gran mayoría del gasto la estamos gastando en servicios de salud. Entonces eso sí es preocupante».
Desafíos para un futuro con mayor cobertura
El futuro del tratamiento del cáncer presenta un escenario complejo, con la llegada de nuevas y costosas terapias, como la inmunoterapia. Se estima que en los próximos años habrá una “inundación” de fármacos innovadores, pero de alto precio, lo que plantea la necesidad de implementar estrategias para una gestión más eficiente de los recursos.
«En los próximos 10 años vamos a tener una inundación de muy buenos fármacos, pero muy caros. No vamos a poder comprarlos todos, eso es un hecho», advierte Espinoza. Entre las propuestas se encuentran la compra centralizada de medicamentos, negociaciones de precios con la industria farmacéutica y la implementación de acuerdos de riesgo compartido, donde el sistema de salud solo paga por los tratamientos que resultan efectivos.
Además, Espinoza destaca la importancia de la prevención, tanto primaria como secundaria. La prevención primaria se centra en evitar la aparición del cáncer mediante la adopción de hábitos saludables, mientras que la secundaria busca detectar la enfermedad en etapas tempranas a través de exámenes de screening. Ambas estrategias son cruciales para reducir la incidencia del cáncer y, por ende, su costo económico y social.