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El sorprendente mundo de las típulas: Los inofensivos polinizadores de primavera

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Tiempo de lectura: 2 minutos Las típulas son insectos similares a los zancudos, pero de mayor tamaño y cumplen un rol importante en el ecosistema al ser polinizadoras nocturnas.

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Las típulas, a menudo confundidas con zancudos gigantes, pertenecen a un grupo de dípteros más primitivo. A diferencia de los zancudos, que se alimentan de sangre, las típulas poseen un aparato bucal adaptado para la extracción de néctar de las flores.

Rodrigo Barahona, académico del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la Universidad de Los Lagos, explica que «las típulas tienen una probóscide que les permite extraer néctar, pero no tienen el aparato bucal adaptado para picar. Por lo tanto, ninguna típula en el planeta se ha reportado que pique al ser humano«.

Su forma y patas alargadas son producto de la evolución, adaptándose a flores tubulares en el pasado. Estas patas, además de brindarles estabilidad en el vuelo y el suelo, son fácilmente desprendibles, actuando como mecanismo de defensa ante depredadores.

Polinizadores Nocturnos

Si bien aún se conoce poco sobre su rol como polinizadores en Chile, estudios internacionales han demostrado que las típulas son polinizadores efectivos de orquídeas, especialmente durante la noche. «Las típulas podrían ejercer un rol importante en la polinización nocturna, un área que aún no hemos explorado a fondo», señala Barahona.

Este desconocimiento se debe, en parte, a la dificultad de estudiar especies que desarrollan su actividad durante la noche. Otros polinizadores nocturnos incluyen polillas y algunos escarabajos, pero se sabe mucho menos sobre su impacto en los ecosistemas chilenos.

Ciencia ciudadana al rescate de las típulas

Para avanzar en la investigación y conservación de las típulas, la ciencia ciudadana juega un papel crucial. Barahona destaca la importancia de los registros fotográficos compartidos por la comunidad: «Un solo registro puede revelar interacciones biológicas desconocidas. La ciencia ciudadana nos permite conocer mucho más de lo que un científico formalmente puede hacer en poco tiempo».

El llamado es a seguir fotografiando típulas y compartir las imágenes con expertos, como Barahona, quien utiliza plataformas como Instagram (@moscasfloricolas) para difundir información y recibir aportes.

Conocer la distribución, abundancia e historia natural de las típulas es fundamental para su conservación. La campaña en redes sociales ha logrado concientizar sobre la importancia de estos insectos inofensivos y ha abierto la puerta para futuras investigaciones que revelen su verdadero impacto en los ecosistemas chilenos.


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