Estudio advierte que las lluvias disminuirán un 30% en zonas de Chile
Tiempo de lectura: 2 minutos Un estudio liderado por Álvaro Salazar, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad de La Serena, empleó modelos climáticos internacionales para proyectar los efectos del cambio climático en el país.
Un reciente liderado por Álvaro Salazar, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad de La Serena pronostica una disminución del 30% en las precipitaciones en Chile central y la Patagonia norte, lo que acrecentaría aún más la crisis hídrica.
Para llegar a este resultado, la investigación empleó modelos climáticos: «Un modelo climático es una representación de la naturaleza en todo el globo. Estos tienen submodelos, son tremendamente complejos, modelan qué es lo que ocurre con la fotosíntesis de la vegetación, qué tipo de vegetación, la altura, la humedad del suelo, la interacción entre todas estas variables, la velocidad y dirección del viento», explicó Salazar en conversación con Sin Gravedad.
«Imagínate la cantidad de información que generan y la cantidad de infraestructura computacional que se requiere para poder correr estos modelos», agregó el especialista.
¿Qué tan certeros son? Según el especialista, los modelos utilizan «las leyes básicas de la física para poder interpretar los patrones en el cambio climático y cuando los comparamos con observaciones andan bastante cerca. Tienen un nivel de confiabilidad mucho mayor que nosotros esperaríamos dada la complejidad del clima».
¿Qué dicen los modelos?
De acuerdo al estudio, un 90% de los modelos está de acuerdo en que la precipitación en Chile central y Patagonia Norte, que es principalmente la región de los Lagos, va a disminuir en promedio un 30%, pero varía entre un 20% y un 40%», dijo Salazar.
De acuerdo al experto, este escenario plantea una serie de desafíos. «Por un lado, va a disminuir la precipitación según estos modelos. Pero, por otro lado, va a aumentar mucho la temperatura y la combinación de estas dos variables. Esto hace el escenario mucho más dramático. Si tenemos menos precipitación (…), tenemos poca agua disponible, tenemos poca nieve caída en la Cordillera, pero por otro lado el aumento de la temperatura va a ser también bastante dramático», advirtió.