En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Pingüinos antárticos: Aves que enfrentan el cambio climático y la gripe aviar

  -

Tiempo de lectura: 2 minutos En el marco del Día Mundial del Pingüino, científicos chilenos lideran investigaciones en la Antártica para descifrar cómo estas aves marinas se adaptan al cambio climático y resisten enfermedades emergentes como la influenza aviar H5N1.

Comparte:

Los pingüinos, mucho más que carismáticos habitantes del hielo, son considerados por la ciencia como bioindicadores clave de la salud de los océanos. Investigadores chilenos, a través de recientes expediciones antárticas, están profundizando en el estudio de estas aves para comprender su rol ecológico y su capacidad de respuesta frente a las crecientes presiones ambientales.

El Laboratorio de Biodiversidad Molecular de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), liderado por la Dra. Juliana Vianna, investigadora UC, CRG, BASE  y Lili, en colaboración con centros como el CRG y el Instituto Milenio BASE, utiliza a los pingüinos como modelos de estudio únicos.

«Al igual que otras aves marinas, los pingüinos son bioindicadores clave de la salud de los océanos», explica la Dra. Fabiola León, investigadora UC, CRG y BASE, y especialista en conservación biológica. Además, destaca su papel como «ingenieros ecosistémicos» que modifican activamente su entorno.

La Dra. León, junto a su equipo, se enfoca en la genómica de los pingüinos, analizando cómo sus genes responden a factores como cambios de temperatura, disponibilidad de hielo y variaciones en el alimento.

Este enfoque es vital tanto para especies antárticas como para aquellas de climas más templados, como el pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti), que enfrenta graves amenazas por la sobrepesca, contaminación y pérdida de hábitat en las costas de Chile y Perú. Comprender su base genética de adaptación es fundamental para diseñar estrategias de conservación efectivas.

Vigilancia de gripe aviar

Una de las mayores preocupaciones actuales es la llegada de la influenza aviar altamente patógena (IAAP), específicamente la cepa H5N1 (rama 2.3.4.4b), al continente blanco.

Claudia Ulloa Contreras, investigadora de doctorado, estudia la resistencia o susceptibilidad de distintas poblaciones de pingüinos a este virus desde un enfoque genómico. «Primero identificamos el virus y después identificamos qué genes (…) están participando en que estas aves sean más o menos resistentes», señala.

Su trabajo, realizado en sitios como isla Kopaitic y punta Armonía (isla Nelson), compara la afectación en pingüinos con la alta mortalidad observada recientemente en skuas, buscando respuestas en la genética poblacional. Este esfuerzo colaborativo incluye al Dr. Luis Vargas Chacoff y Daniela Nualart.

Monitoreo poblacional a partir de drones

Paralelamente, la tecnología se ha vuelto una aliada indispensable. Investigadores como el Dr. Lucas Krüger y Albert Palomino emplean drones y rastreadores GPS desde Punta Arenas y Valdivia para mapear colonias, monitorear nidos y seguir los movimientos de forrajeo de los pingüinos en el océano Austral.

Krüger, con más de diez campañas antárticas acampando en terreno por largos periodos, se especializa en la ecología reproductiva, estudiando parámetros como el éxito de anidación del pingüino barbijo (Pygoscelis antarcticus) y cómo la topografía influye en la respuesta de las colonias al cambio climático.

Eduardo Pizarro complementa este trabajo utilizando imágenes de drones para actualizar las estimaciones de tamaño poblacional de pingüinos del género Pygoscelis. «Estamos construyendo modelos de detección de objetos para realizar esta estimación con mayor precisión», afirma. El monitoreo detallado del pingüino barbijo, especializado en el consumo de kril antártico, y sus patrones de movimiento, proporciona datos esenciales sobre cómo los factores ambientales afectan a estas aves.

Como reflexiona la Dra. León, entender cómo estas aves responden a las nuevas condiciones permite «anticipar las amenazas derivadas del cambio climático«. El estudio de los pingüinos no solo busca proteger a estas especies, sino que también ofrece una ventana invaluable al estado general del ecosistema marino antártico frente a los desafíos globales.


Te puede interesar