Antonio Lara: La lucha del defensor de los bosques de alerce en Chile

La pasión por esta especie radica en su cualidad milenaria. Son árboles que se encuentran, principalmente, en la cordillera de la costa y de los Andes, y pueden llegar a vivir hasta 5 mil años, por ende, son símbolo de longevidad. En Chile, se encuentra el «Gran Abuelo», considerado el árbol más antiguo del mundo que descansa en el Parque Nacional Alerce Costero.

Estos árboles también representan un componente crucial de los ecosistemas australes, ya que regulan los ciclos del agua, capturan carbono y ofrecen refugio a una diversidad de especies. Por todo esto, su protección resulta aún más crucial.

Antonio Lara destaca que la protección del alerce ha avanzado con los años gracias a la creación de una serie de políticas públicas. «Una de las formas más importantes en las que se ha protegido los bosques de alerces, son las áreas protegidas del Estado como el Parque Nacional Alerce Costero o Parque Nacional Alerce Andino, al cual se suman áreas de conservación privadas (…) Ha sido un gran aporte, pero por otro lado, la prohibición de la corta del alerce, fue basada totalmente en la evidencia científica«, menciona.

Antonio Lara participó de la Convención Internacional de Comercio de Especies Amenazadas de Flora y Fauna en el año 1987, donde lograron que todas las poblaciones de alerce quedaran protegidas para impedir su explotación.