Plantas del diserto de Atacama con el «superpoder» de adaptarse a ambientes extremos
Tiempo de lectura: 2 minutos Un estudio en manos de investigadores UC analizó más de 30 especies vegetales, capaces de optimizar la conservación del agua y nutrientes para sobrevivir en uno de los ecosistemas más extremos del mundo.
Con material genético y herramientas bioinformáticas, un equipo de investigadores liderados por Rodrigo Gutiérrez, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) e investigador del Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma, reveló las estrategias que poseen ciertas especies para resistir frente al estrés ambiental, como los cambios de temperatura y baja precipitación.
El equipo de científicos logró reconstruir las principales vías metabólicas de 32 especies de plantas del desierto de Atacama. Para evaluar su adaptación específica al ambiente, estas fueron comparadas con especies familiares, que viven en otros ecosistemas. Además, se evaluó la adaptación específica de estas vías dentro de distintas zonas del desierto.
Como afirma el profesor Gutiérrez en una nota publicada por la Facultad de Ciencias Biológicas, en el desierto de Atacama “existe una diversidad de vida microbiana, vegetal y animal, que no deja de sorprender”.
El estudio publicado en The Journal Of Experimental Botany, hace pensar que las plantas del desierto tendrían sus propios superpoderes. Entre los principales resultados, al menos el 50% de las especies comparten ciertas reacciones metabólicas enriquecidas que serían beneficiosas para adaptarse a la aridez y escasez de nitrógeno, permitiendo su sobrevivencia gracias a la conservación de agua y nutrientes.
En comparación con las plantas que no crecen en el desierto, pero que también presentan vías metabólicas, la vegetación desértica tendría una optimización de estos procesos.
Rodrigo Gutiérrez, explica que varias de estas especies «están emparentadas filogenéticamente con otras plantas de cultivo, por ejemplo el tomate, cosas que entendemos en las plantas de Atacama pueden ser transferidas a cultivos de interés comercial. Por tanto hay una importancia fundamental, pero también otra biotecnológica, que nos permitiría crear nuevas tecnologías para mejorar los cultivos que, dentro de otras cosas, nos ayudaría a hacer frente al cambio climático».
Este estudio se inserta en un trabajo de larga data en conjunto con el profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas, Claudio Latorre y al cual se sumó la profesora de la misma facultad, Aurora Gaxiola.