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Consejos para el cuidado de plantas durante el frío extremo

Consejos para el cuidado de plantas durante el frío extremo

Cooperativa Ciencia,

Tiempo de lectura: 3 minutos La llegada del invierno trajo, en las últimas semanas, olas de frío que han afectado a distintas regiones del país. Al igual que los humanos, las plantas, tanto en interior, patios o en balcones, pueden verse afectadas por este frío inusual. 

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La académica del Departamento de Producción Vegetal de Agronomía UdeC, Dra. Inés Figueroa Cares, explica que si uno elige bien las especies que están al aire libre, en el jardín o balcón, y son resistentes a las heladas, de acuerdo a las condiciones climáticas de la zona donde estamos, no requiere de un manejo especial.

Sin embargo, en el caso de las plantas de interiores la especialista advierte que hay que «evitar colocarlas cerca de las ventanas, porque eso puede dañar y también afectar el frío de afuera, a pesar de que está adentro» .

Por lo mismo, la profesora recomienda «colocarlas todas juntas en un lugar más protegido y evitar que el macetero quede en contacto con el suelo porque el frío puede pasar y dañar la maceta. Entonces, ubicarlas encima de alguna plataforma, algún cajón o alguna jardinera.»

En este caso, algunos de los errores comunes que se pueden cometer es exponerlas a calor artificial. «Muchas veces uno las coloca cerca de la estufa, cerca de lugares cálidos, y eso no es lo mejor. Si pensamos adentro de la casa cuando está con calefacción, eso seca el aire y normalmente eso hace justamente que las plantas se deshidraten, porque si el aire está más seco, las hojas van a perder agua», argumenta.

Signos a detectar 

Ante los cambios de clima y temperatura, se recomienda poner atención a algunos signos que podrían indicar daño en la estructura de la planta. «Si hay cambios de color, si pierden las hojas, si se ven marchitas. Normalmente uno asocia marchitez de las plantas, sobre todo en verano, por falta de agua, pero a veces exageramos en agregar agua y el exceso de agua también produce daño a las plantas, sobre todo aquellas en macetas.»

En caso de estar al aire libre, la Dra. Susana Fischer Ganzoni, académica de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, sugiere proteger especialmente a las plantas más sensibles, “idealmente colocarle alguna protección, sobre todo a aquellas que son más sensibles, como las leguminosas y algunas plantas trepadoras”.

La docente explica que en el caso de las hortalizas, se recomienda proteger con mantas anteladas. En el caso de que no se cuente con el acceso a una de estas mantas, algún saco o plástico con perforaciones son buena opción, permitiendo a la planta intercambiar oxígeno y liberar temperatura. “Pero lo ideal es solamente colocarlo cuando uno sabe que va a estar al aire y después retirarlo”, enfatiza.

Riego y trasplante 

La Dra. Inés Figueroa alerta sobre la importancia de tratar que la planta se exponga a la luz natural durante el día y la noche. «Es importante que las plantas reciban la luz solar para que hagan fotosíntesis, sinteticen y tengan todos sus fotosintratos, sus nutrientes, de tal manera que la planta crezca sana», detalla.

La Dra. Fischer complementa que en esta época que hace frío, las plantas están “durmiendo”, lo que provoca que se puedan transplantar sin que se dañen, por ejemplo, “la menta, el toronjil, el poleo, que son plantas medicinales aromáticas, uno las puede adquirir —normalmente no van a tener hoja—, y transplantarla sin que sufran daño; entonces, llega la primavera y brotan fácilmente”.

Además, explica que todas las plantas que tienen su origen más cerca de las zonas tropicales, “como las buganvilias o las mimosas, que son plantas ornamentales, son mucho más sensibles a estas temperaturas tan bajas. En cambio, con respecto a las hortalizas resisten bien las bajas temperaturas, como es el caso de la acelga”, advierte la especialista del Campus Chillán de la Universidad de Concepción.

¿Y el riego?

La profesora Figueroa explica que «en general, en invierno, uno riega mucho menos las plantas, se riegan con intervalos de tiempo más largo, o sea, menos seguido, porque el agua no se evapora tan rápido, ya que las temperaturas son bajas, a diferencia del verano, que uno a veces tiene que regar todos los días, con mayor frecuencia»

Además, explica que  «cuando hay posibilidad de helada, es mejor a veces no tener muy húmedo el suelo. Mantener muy húmedo también puede hacer que se congele el agua y eso puede dañar las raíces de las plantas, entonces es mejor no regar, no mojar tanto el suelo», finaliza.


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