Detectan fuga natural de petróleo crudo en el estrecho de Magallanes
Tiempo de lectura: 2 minutos El monitoreo fue realizado en un tramo de 510 kilómetros, entre las localidades de Punta Arenas y Puerto Williams, las más australes del país, gracias a los sensores de un dispositivo de medición continua único en Chile.
Una reciente investigación dio cuenta de una columna de filtración natural de petróleo crudo a lo largo del estrecho de Magallanes, gracias a la instalación de una serie de sensores en el transbordador Yaghan que midió parámetros físicos, químicos y biológicos.
El monitoreo se realizó a través del sistema FerryBox, un dispositivo de medición continua único en Chile que se instaló en la sala de máquinas de la embarcación de la empresa Tabsa.
“Descubrimos la presencia de fuente de hidrocarburo de origen natural, que está siendo transportada por el río San Juan, en la península de Brunswick, hacia el estrecho de Magallanes”, explicó el líder de la investigación Ricardo Giesecke, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) y académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas (ICML) de la Universidad Austral de Chile (UACh).
Alcances del hallazgo
Según el académico, las filtraciones naturales de petróleo crudo en la región de Magallanes y la Antártica chilena han sido documentadas desde principios del siglo XX.
“Buscamos los registros históricos y encontramos que hace cerca de 120 años se empezaron a hacer prospecciones en la región por parte del Estado y encontraron hidrocarburos en diversas zonas a lo largo del estrecho de Magallanes ”, aseguró el experto.
En su opinión, este hallazgo permitirá usar este sistema como «un laboratorio natural» para estudiar los efectos de los hidrocarburos en las comunidades biológicas que se encuentran en regiones frías, poco estudiadas y con bajo impacto del ser humano.
Posibles efectos de los hidrocarburos
El doctor en oceanografía afirmó que comunidades como las macroalgas «se ven fuertemente afectadas» y que organismos invertebrados como los moluscos «acumulan estas sustancias en sus tejidos, siendo luego transferibles a otros organismos superiores e incluso al humano en caso de consumir estos productos”.
A partir de este hallazgo, Giesecke proyectó nuevos estudios para la ciencia como el impacto crónico que tienen los combustibles sobre los organismos en zonas más frías, cómo se ve afectada su fisiología y cómo se han adaptado los microorganismos a vivir bajo estas condiciones.
“Se puede estudiar si hay especies que van a ser desplazadas por el hecho de que otras se adapten mejor a estas mayores concentraciones de petróleo», añadió el académico.
El estudio contó con la participación de científicos de la Universidad Mayor (UMayor), de la Universidad de Concepción (UdeC), del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y de alumnos de la carrera de Biología Marina de la UACh.
Fuente: Centro IDEAL / EFE