Detectan enfermedades asociadas a la microbiota de cóndores
Tiempo de lectura: 2 minutos Con la intención de aportar al mayor conocimiento científico de los cóndores andinos, un grupo de investigadores de la Universidad Mayor realizó un estudio centrado en analizar por primera vez la microbiota intestinal de esta ave.
Las muestras de heces, fundamentales para la investigación, fueron recopiladas en el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces (CRAR), ubicado en Talagante, que tiene como principal objetivo la conservación de los cóndores.
A partir de las muestras, se obtuvo el material genómico de la microbiota presente el que fue secuenciado por Genoma Mayor, laboratorio líder en análisis genéticos y bioinformáticos.
A partir del análisis de las secuencias y mediante herramientas de biología computacional, se obtuvo como resultado la presencia de 71 genes de resistencia a los antibióticos, lo que implica que las bacterias presentes en las heces son capaces de sobrevivir a los antibióticos usualmente utilizados en el tratamiento de enfermedades.
Además, se encontraron 1786 factores de virulencia, lo que está directamente relacionado con la capacidad de las bacterias presente de causar enfermedades.
“Todo partió por el interés de Pablo Berríos de estudiar la microbiota desde un punto de vista ecológico y de protección animal, en este caso de los cóndores, que son aves que pese a que están en peligro de extinción, tienen contacto cada vez más frecuente con humanos, los que estamos depredando su entorno”, comentó Annette Trombert, Directora de la Escuela de Biotecnología.
A la fecha de iniciada la investigación, no había disponible ningún artículo científico que tuviera un estudio similar del Cóndor andino chileno, por lo que este estudio es pionero en el campo.
Y agregó: “Pudimos comprobar que existen varias especies dentro de la microbiota de los cóndores que tienen relación con enfermedades de las personas y varias de las bacterias presentes resisten a los antibióticos. Eso se produce porque el ser humano invade su entorno silvestre.»
Por lo anterior, la académica explicó que «lo ideal es no invadir terrenos de animales silvestres que muchas veces pueden ser portadores de agentes que causen enfermedad en la población y que sean difíciles de combatir. Tal como ya ha pasado con algunas pandemias mundiales”.
Algunas de las bacterias presentes en el cóndor andino son la Clostridium perfringens, que genera toxinas y es causante de la gangrena gaseosa.
“Otra especie es la P. shigelloides, capaz de generar enfermedades gastrointestinales que incluso pueden llegar a ser fatales sobre todo en personas con enfermedades de base”, detalló la directora Trombert..
Este estudio comenzó a realizarse en 2017, pero la pandemia retrasó varios años la investigación, que finalmente fue publicada hace unas semanas en la revista científica inglesa Peer J.
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Fuente: U. Mayor