La riesgosa concentración de metales pesados en el Norte
Tiempo de lectura: 2 minutos La investigación, liderada por una académica de la Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad de Antofagasta identificó alta presencia de plomo, arsénico y mercurio en Tocopilla, Taltal y Tongoy, «en cifras exorbitantemente altas», así como anomalías de pH provocadas por hierro en la comuna de Huasco.
33 puntos entre las regiones de Coquimbo y Arica y Parinacota, fueron los considerados en un inédito estudio sobre presencia de elementos trazas y metales pesados en suelo y sedimento marino del borde costero del norte de Chile. La investigación se extendió durante un año, y fue liderada por la académica de la Facultad de Ciencias Básicas y doctora en Química Analítica de la Universidad de Antofagasta, Dra. Isabel Pizarro. El objetivo fue levantar información de zonas cercanas a tranques de relave minero.
“Hemos encontrado que hay lugares donde el enriquecimiento geogénico (a partir del mismo terreno) se suma a las acciones antropogénicas (causadas por intervención humana) y eso hace subir los niveles de concentración de metales pesados. Esto pasa, por ejemplo, en Tocopilla, Taltal y Tongoy, localidades donde el arsénico y el plomo se encuentran en cifras exorbitantemente altas respecto a los otros puntos de estudio”, mencionó la académica a cargo del proyecto.
La investigadora se refirió además a algunos resultados obtenidos en la ciudad de Antofagasta que son altamente preocupantes, correspondiendo estos a muestras de los sectores de Playa Amarilla, El Tatio, Las Petroleras y Playa La Chimba, sitios en los que, si bien la presencia de metales pesados no es tan alta, si hay gran movilidad de estos contaminantes, los que podrían estar afectando la salud de la comunidad.
“En el caso de Antofagasta, encontramos presencia de mucho material orgánico en el sector de El Tatio, y gran movilidad de plomo en Playa Amarilla, mercurio en el sector de Las Petroleras y arsénico en Playa La Chimba, por lo que quienes acuden habitualmente o diariamente a estos lugares podrían verse afectados y es recomendable que se hagan chequeos médicos”, relató la Dra. Pizarro.
Dentro de los resultados, se destaca también la gran presencia de materia orgánica en diversos puntos muestreados, situación que favorece la movilidad de metales pesados del borde costero, esto debido a su intervención en el transporte de iones.
Origen humano
El estudio, analizó la potencial presencia de 10 metales pesados en el borde costero nortino, (arsénico, plomo, mercurio, cromo, cadmio, cobre, hierro, níquel, zinc y manganeso), utilizando una metodología de toma de muestras a través de un cuadrante de metro cuadrado (técnica utilizada por la Environmental Protection Agency, EPA, de Estados Unidos), las que posteriormente fueron separadas en funciones granulométricas para determinar si la procedencia de los elementos era de tipo antropogénica o geogénica.
“Se ha comprobado geológicamente que las fracciones gruesas (2.000 micrones) corresponden a una acumulación de contaminación de origen antropogénico, es decir, las que son responsabilidad de los humanos; y las fracciones menores (63 micrones), son asociadas a contaminantes de la roca madre, o sea, de origen natural. Esta es la razón por la cual elegimos esta técnica para nuestro estudio”, comentó la Dra. Pizarro.
Fuente: U. de Antofagasta