El agua, escasa y contaminada
Tiempo de lectura: 2 minutos Los expertos advierten sobre la importancia de cambiar la forma en que el agua es consumida. Además, apuntan a los efectos negativos de fenómenos contaminantes, como los incendios forestales.
Los múltiples incendios que afectaron a la zona centro sur de nuestro país durante los meses de verano, y así también la dificultad al combatirlos, trajo otra vez la recurrente preocupación de poder contar con un recurso tan vital como escaso: el agua. “Como medio para centrar la atención en su importancia y abogar por una gestión sostenible”, según afirma la UNESCO, es momento oportuno de fijar la mirada en cómo se usa, a nivel industrial, agrícola y doméstico, a fin de frenar la existencia de medioambientes cada vez más secos.
Al respecto, según señala Elizabeth Garrido, Directora de la Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad de Universidad Andrés Bello: “la influencia humana en el cambio climático a través de la generación de gases de efecto invernadero ha aumentado la ocurrencia de eventos climáticos extremos lo que ha hecho que las olas de calor y las sequías sean más frecuentes y severas. Los períodos secos asociados a períodos persistentes de baja precipitación generan con el tiempo déficits, generando como consecuencia una reducción del suministro de agua”.
¿Qué viene?
¿Pero cómo frenar un fenómeno de tal gravedad, si acaso el planeta, y Chile en particular, estuviesen aún a tiempo de hacerlo? Para la académica es fundamental “tomar consciencia de que somos un país vulnerable en términos de disponibilidad de agua, y de que esta situación se irá acrecentando en los próximos años debido a los efectos del cambio climático y a nuestros patrones de consumo”.
Sin embargo, los problemas respecto de este recurso no están sólo asociados a su escasez sino también a la presencia de contaminantes originados por actividades domésticas, agrícolas e industriales.
Sobre lo que se puede esperar respecto de la situación del agua en Chile, país que se encuentra entre los 30 con mayor estrés hídrico del mundo, Garrido señala que su escasez debería seguir creciendo durante los próximos años. Así, y de acuerdo a lo que también señala, buena parte de ese futuro dependerá de las acciones que lleven a cabo las personas y la sociedad.
Fuente: UNAB