¿Qué se pronostica para el clima de este año?

No hay duda sobre el alza de la temperatura media del país en la última década. Desde 2010 enfrentamos estaciones estivales notoriamente más cálidas. Ejemplo de ello fue el reciente verano,  con temperaturas récord que se mantuvieron durante días en varios lugares de la zona centro y sur de Chile, haciendo propicio el surgimiento de los mega incendios vividos en enero y febrero. 

En comunas como Chillán, los termómetros llegaron a su punto máximo, registrando 41,6°C. En el caso de Santiago, el registro se situó por arriba de la barrera de los 32° C promedio, superando al de los años 2020 y 2017. Hace algunos días se dio inicio al otoño. La pregunta es saber ¿qué se viene tras uno de los veranos más cálidos?

Las proyecciones climáticas

Según el último boletín de la Dirección Metereológica de Chile (DMC), el trimestre marzo-mayo estará marcado por altas temperaturas y bajas precipitaciones en la zona central. El meteorólogo de la DMC, Diego Campos, explica que esta proyección se debe al aumento de las temperaturas superficiales del nivel del mar frente a la costa de Chile, lo que se viene notando desde fines del año pasado.

“Se espera que tengamos un otoño con predominio del desarrollo de vaguadas costeras cuando los sistemas frontales pasan por la zona sur. Esto favorece un aumento de la temperatura y podría ser una tendencia”, señala Campos.

Un panorama distinto se viviría en la zona sur, donde se espera una mayor frecuencia de sistemas frontales desde la región del Biobío hasta Magallanes, lo que aumentaría la probabilidad de lluvias. Se proyecta que Concepción y Temuco tendrán lluvias que superen los 240 y 300 mm, respectivamente. Por su parte, las regiones de Coquimbo y Maule tendrán una tendencia pluviosa bajo lo normal, principalmente en valles interiores.

Existen diversos factores que inciden en el clima en el país. El fenómeno de La Niña, que ya está experimentando su salida, explicaría las bajas precipitaciones. Por otro lado, la presencia de la llamada “mancha cálida”, ubicada en la zona sur este de Australia, influiría también en el aumento de temperaturas frente a las costas del país y generaría modificaciones en la trayectoria de los sistemas frontales. Esto evitaría que se acerquen a la zona centro sur de Chile, favoreciendo las condiciones secas.

El fenómeno del Niño

Otro de los factores asociados al aumento de la temperatura y las probabilidades de precipitaciones para los siguientes meses es el fenómeno del Niño. Se trata de un evento que ocurre en el Pacífico Tropical, que comienza a desarrollarse generalmente a finales del otoño, es decir, entre los meses de mayo y junio.

El académico de la Facultad de Ingeniería UAI, Cristian Martinez-Villalobos, detalla que tiene una duración promedio de nueve meses, generando el calentamiento de la costa.

«Los eventos de El Niño tienen su peak de intensidad en el verano, entre los meses de diciembre y enero. Como no llueve mucho en esos meses en Chile Central a lo menos, sus efectos en las precipitaciones se sienten más durante el invierno», señala el investigador del Data Observatory.

¿Qué rol tiene el cambio climático?

Campos afirma que no existe claridad respecto a qué influencia tiene el cambio climático en el clima nacional, pero sí se cree que, al menos, un cuarto de la actual sequía se debe a ello.

“Sabemos que marzo podría ser más lluvioso en el sur gracias a la oscilación Madden-Julian, y en invierno podría tener una condición más favorable para las precipitaciones gracias a El Niño. Pero a esto lo tenemos que superponer a la señal de cambio climático”.