¿Por qué es importante el Fondo de Pérdidas y Daños?
Tiempo de lectura: 3 minutos El Fondo de Pérdidas y Daños, sin duda, constituye una de las propuestas más importantes y que fue acordada en la primera jornada de la COP28. La iniciativa permitirá a los países aportar de forma voluntaria para apoyar a aquellos territorios vulnerables por la crisis climática.
La financiación climática es uno de los temas clave en esta COP28. Este jueves se acordó en la primera jornada de la cumbre, y de manera histórica, el Fondo de Pérdidas y Daños. Se trata de una noticia que ha sido, en general, celebrado ya que ayudará a los países vulnerables a la crisis climática a asumir la factura de los impactos.
Este fondo es un mecanismo de financiación ideado para proporcionar recursos “nuevos y adicionales” -más allá de los otros fondos enmarcados en la Convención de la ONU sobre cambio climático y de las partidas destinadas a la cooperación internacional- y movilizarlos hacia los países en desarrollo impactados por las consecuencias del cambio climático, un fenómeno al que, por otro lado, apenas han contribuido.
Si bien, la idea de crear este fondo data de la COP27, realizada en 2022, ha sido en esta cumbre cuando finalmente se ha adoptado la decisión que recoge las sugerencias del Comité de Transición y que pone en marcha el mecanismo, que además ya cuenta con cerca de 400 millones de dólares pero se espera que cada año llegue a contar con al menos 100.000 millones de dólares.
¿Quién recibirá los aportes?
Será el Banco Mundial el país en el que recaerá la tarea de acoger el mecanismo. Desde el Comité de Transición señalan que una prioridad para los países más vulnerables al cambio climático es la “agilidad”, que el fondo sea activado cuanto antes para que los pagos -en forma de subvención y no de préstamo- empiecen a fluir hacia estas regiones más impactadas.
El Banco Mundial tiene así luz verde para operacionalizar el fondo, pero tendrá que garantizar que la junta directiva de dicho fondo es autónoma y es quien deliberará si un determinado país afectado por el cambio climático -por ejemplo, mediante acontecimientos meteorológicos extremos como grandes inundaciones o sequías- recibe dinero o no.
¿Quién deberá contribuir?
En principio las contribuciones son voluntarias, y aunque están llamados los países desarrollados -clasificados así en el Anexo I de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático-, puede aportar quien lo considere, incluido el sector privado, tanto mediante “fuentes innovadoras” de financiación, como pueden ser los impuestos al carbono, como desde la filantropía o desde pagos de empresas contaminantes.
Minutos después de adoptarse la decisión de activar el fondo, Emiratos Árabes Unidos y Alemania se comprometieron a aportar, cada uno, 100 millones de dólares, mientras que el Reino Unido dijo que aportaría 40 millones de libras; Estados Unidos, 17,5 millones de dólares y Japón otros 10 millones.
La Unión Europea, haciendo un recuento de los compromisos de sus estados miembro, dijo que aportaría al menos 225 millones, pero se espera que la cifra siga subiendo tras los discursos de los líderes políticos.
¿Quién podrá recibir?
El fondo está pensado para ayudar a asumir los costes de impactos climáticos en aquellos países en desarrollo y “particularmente vulnerables” a los efectos del calentamiento global.
En principio, según lo adoptado, China estaría incluida en la categoría de países en desarrollo; y por tanto, formalmente, podría optar a beneficiarse del fondo, si bien la decisión de si recibe o no ayuda sería tomada por la junta directiva del fondo.
Otras iniciativas
Además de este Fondo, hasta ahora se han dado a conocer otras propuestas de financiación en la COP28. Entre estas destaca la creación por parte de Emiratos Árabes de un fondo de inversión privada para que los países del Sur Global tengan un mejor acceso a la financiación climática y tratará de movilizar 250.000 millones de dólares en todo el mundo para 2030.
EAU se comprometió a aportar 30.000 millones de dólares a este nuevo instrumento al que llamó ALTÉRRA, cuyo objetivo es «dirigir los mercados privados hacia las inversiones climáticas y centrarse en la transformación de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, donde la inversión tradicional ha estado ausente debido a los mayores riesgos percibidos en esas geografías».
Este fondo se convierte en el «mayor vehículo de inversión privada del mundo para la acción contra el cambio climático y tratará de movilizar 250.000 millones de dólares en todo el mundo para 2030«, de acuerdo a comunicado de la COP28.
Fuente: EFE