Estudio sugiere que el agua pudo ser un componente clave de las primeras galaxias

Tiempo de lectura: 2 minutos Los investigadores concluyeron que el componente habría estado presente, por primera vez, millones de años después del Big Bang, muchos antes de lo que se cree.
Un reciente estudio encabezado por Daniel Whalen, investigador de la Universidad de Portsmouth en Reino Unido, evidenció a través de simulaciones numéricas que el agua pudo haberse formado por primera vez a partir de supernovas de colapso de núcleo, entre 100 y 200 millones de años después del Big Bang, esto es, mucho antes de lo que se pensaba.
Los resultados fueron gracias a los modelos informáticos de dos supernovas, uno para una estrella de 13 veces la masa del sol que dio como resultado 0,051 masas solares. Mientras que para la segunda estrella de 200 veces se obtuvieron 55 masas solares, debido a las altas temperaturas y densidades alcanzadas.
Los investigadores además de revelar que el ingrediente principal para la vida ya existía en el universo, sugirieron que este componente pudo ser fundamental en la constitución de las primeras galaxias.
«Recientes simulaciones numéricas de formación de exoplanetas hasta las metalicidades más bajas jamás intentadas indican que ambos núcleos son sitios probables de formación de planetas«, redactó el estudio.
¿Qué explica el hallazgo?
Se sabe que los componentes del agua se formaron de distintas formas. Mientras que los elementos más ligeros como el hidrógeno, el helio y el litio surgieron del Big Bang, elementos más pesados como el oxígeno, provienen de explosiones de supernovas o de reacciones nucleares en el interior de las estrellas.
Una vez que el oxígeno gaseoso se enfría y mezcla con el hidrógeno que dejaron las supernovas, dio como resultado agua en estado gaseoso -vapores- que se acumularía en forma de disco.
De acuerdo con uno de los firmantes del estudio e investigador de la Universidad de Emiratos Árabes, Muhammad Latif, los núcleos de agua «son potenciales anfitriones de discos protoplanetarios que podrían incluso conducir a la formación de planetas habitables en el amanecer cósmico».
En detalle, en la primera simulación los autores comprobaron que la masa de agua alcanzó cantidades equivalentes casi a la cienmillonésima o millonésima parte de una masa solar entre 30 y 90 millones de años después de la supernova.
Mientras que en la segunda, la cantidad de agua rondó las 0,001 masas solares al cabo de 3 millones de años.