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La hazaña de volcanólogos chilenos para tomar muestras del volcán más alto del mundo

La hazaña de volcanólogos chilenos para tomar muestras del volcán más alto del mundo

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Tiempo de lectura: 3 minutos Científicos del Instituto Milenio Ckelar Volcanes realizaron un ascenso al volcán Ojos del Salado, ubicado a 6.893 metros de altura en la región de Atacama, para tomar muestras por primera vez de fluidos volcánicos desde sus fumarolas.

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Hasta el cráter activo del volcán Ojos del Salado, el más alto del mundo ubicado en la región de Atacama, llegó un equipo de investigadores del Instituto Milenio Ckelar Volcanes. El objetivo de esta hazaña, que requirió cerca de cuatro horas de ascenso, fue tomar muestras de emisiones fumarólicas a 6488 metros de altura sobre el nivel del mar.

El equipo estuvo conformado por los volcanólogos Manuel Inostroza, Gabriel Ureta, Mauricio Aguilera y Felipe Aguilera, director de Ckelar Volcanes, quienes ascendieron al cráter del volcán activo para tomar muestras de fluidos volcánicos, un hito para la historia científica y la comunidad volcanológica de Chile y el mundo.

¿El objetivo? Conocer más del origen magmático-hidrotermal de las emisiones volcánicas, pero también saber cuál es el nivel de actividad de Ojos del Salado.

El volcanólogo con más de 20 años en ascensos a volcanes activos, Felipe Aguilera, describe parte de la preparación para llegar a la cima: aclimatarse a seis mil metros de altura (y tomar muestras de rocas), contactar a un buen guía que conociera cada rincón del volcán para lograr el objetivo de “llegar al cráter” y, tomar una ruta aunque más compleja que asegurara tomar muestras en la fumarola.

Una intensa expedición

El equipo, más el guía Cristián Órdenes, llegaron un poco antes de las 6.00 de la mañana, a 5850 msnm, lugar donde dejaron el vehículo y prepararon el equipamiento técnico para el ascenso.

“Los chicos demoraron 4 horas en subir, pero yo tardé alrededor de una hora y 10 minutos más, ya que toda campaña tiene dificultades: tuve principio de congelamiento en los dedos y, por lo mismo, paré varias veces y perdí el ritmo. Se sentía un frío intenso característico de la alta montaña con una sensación térmica de -15 °C. Pensé que no lo lograba pero finalmente llegué a las fumarolas”, cuenta el director de Ckelar.

El equipo de científicos trabajó intensamente durante cuatro horas en las fumarolas del volcán tomando muestras de gas y agua. “El lugar es fantástico para investigación volcanológica, dice el doctor Felipe Aguilera, ya que hay fumarolas, fumarolas jet –que salen a alta velocidad y presión, y que suenan como una turbina de avión–, piscinas burbujeantes, piscinas de barro, y el agua se junta con un mini riachuelo que termina en la laguna que está siempre congelada”.

El doctor Manuel Inostroza comenta que al llegar a la zona en donde se encuentran las emisiones, fue tremendamente sorprendente encontrar emisiones de agua en ebullición y diversas manifestaciones termales similares a lo que se puede encontrar en un campo geotérmico.

“Incluir el kit de muestreo de aguas en nuestro equipaje científico fue un acierto, ya que teníamos muy poca información de lo que había en el sitio y el muestreo ‘tradicional’ de volcanes similares al Ojos del Salado, sugería solo muestreo de gases”, añade.

Fluidos volcánicos

La expedición a Ojos del Salado es parte de una investigación más grande que desarrolla Ckelar Volcanes desde hace varios años. “Desde que comencé el doctorado”, precisa el director del Instituto Milenio. Los científicos obtienen muestras de los principales volcanes activos del norte de Chile que tienen fumarolas conocidas, para construir una base de datos de fluidos volcánicos y geotermales en Chile.

“La idea de hacer estos estudios in situ en los cráteres y fumarolas de volcanes activos, es conocer por un lado el estado de su actividad. Nos interesa conocer la composición de los gases para poder entender qué está emitiendo el volcán, pero sobre todo saber si son fluidos hidrotermales o si tienen componentes magmáticos, es decir que provengan directamente del magma”, explica el doctor Felipe Aguilera.

El científico añade que existe una cantidad acotada de volcanes activos con fumarolas en el país y Ojos del Salado era el que faltaba. La relevancia de este ascenso científico a las fumarolas de Ojos del Salado es justamente que completa una investigación de los 13 volcanes activos con fumarolas del norte de Chile.

“Lo que hacemos en Ckelar con el estudio de fluidos, en especial en el norte del país, no es solo entender individualmente los volcanes sino que hacerlo a nivel subcontinental y de región volcánica completa, para este estudio en particular, la Zona Central Volcánica de Los Andes”, acota el doctor Aguilera.


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