Chile podría ser líder mundial en captura de metano con energía solar
Tiempo de lectura: 2 minutos El potencial solar del país puede ser clave para reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero. Investigadores analizan su impacto y aclaran cómo esta tecnología puede transformar las emisiones en recursos valiosos, impulsando la sostenibilidad global.
Durante la COP 27, en noviembre de 2021, Chile manifestó su compromiso para comenzar a reducir sus emisiones de metano de cara al 2025. Ya en 2023, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, anunció el ingreso de un proyecto de ley que permita hacerse cargo de los residuos orgánicos, así como el ingreso del país al Compromiso Global de Metano y concretando el primer acuerdo, con Suiza, para la transferencia internacional de emisiones en el marco del artículo 6 del Acuerdo de París.
Sin embargo, investigadores y académicos chilenos aclaran que un aliado crucial para cumplir con este propósito no es nada más ni menos que nuestro potencial solar, donde Chile cuenta con una posición privilegiada, siendo considerado uno de los países con mayor radiación solar del mundo.
Para el investigador del Solar Energy Research Center Chile (SERC Chile) y académico de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), Mario Toledo, explica que los avances tecnológicos han permitido que la energía solar juegue un papel crucial en la reducción de las emisiones de este gas.
“Considerando la alta radiación solar en zonas como el desierto de Atacama, este tipo de energía puede ayudar a capturar metano de manera efectiva. La energía solar fotovoltaica ha tenido un destacado desarrollo en la última década en nuestro país, y existen grandes emisiones de metano como subproducto de la agricultura, los vertederos, el tratamiento de aguas residuales y procesos industriales. Recientes investigaciones señalan que la captura de metano es posible a partir de un proceso fotocatalítico rico en boro, produciendo hidrógeno y carbono puro como subproductos”, puntualiza.
El metano (CH4) es uno de los principales gases de efecto invernadero, con un potencial de calentamiento global 25 veces mayor que el del dióxido de carbono (CO2) en un horizonte de 100 años. Además, las emisiones de metano representan aproximadamente el 20% del calentamiento global atribuido a las actividades humanas, de acuerdo a datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), siendo responsables de 0,5°C de los 1,1°C de calentamiento neto del planeta.
El Informe de Fortalecimiento de la contribución determinada a nivel nacional (NDC) en Chile del Ministerio de Medioambiente (2022) indica que las emisiones de metano en el país aumentaron un 13%, donde el 48% corresponde al área de residuos, 39% a la actividad agrícola y 11% al sector energía.
En Chile, el compromiso con las energías renovables ha llevado a la adopción de soluciones innovadoras para la gestión de residuos y la reducción de emisiones de metano.
Energía solar: ¿Es más efectiva en la captura de metano?
Toledo señala que “es difícil comparar el potencial de captura de metano y los costos con otras fuentes de energía renovable debido a que las investigaciones sobre procesos fotocatalíticos se publicaron recientemente en 2023. Sin embargo, dado que es un proceso fotocatalítico, no habría otra fuente de energía renovable que compita con nuestro potencial de energía solar”.
Los sistemas biológicos o fisicoquímicos actuales consideran la captura y valorización del biogás, compuesto principalmente de metano y dióxido de carbono, para la producción de energía eléctrica renovable. Esto transforma el metano capturado nuevamente en energía útil.
La capacidad de captura de metano en Chile dependerá de varios factores, incluyendo la radiación solar del lugar y el uso de los subproductos generados, como el hidrógeno y el carbono puro. Las emisiones de metano varían según la fuente, como vertederos, procesos industriales y otras fuentes.
Aunque la captura de metano mediante procesos fotocatalíticos es relativamente nueva, actualmente existen empresas en Chile dedicadas al manejo y disposición de residuos con generación de energía eléctrica a partir de biogás o la inyección de biogás en redes de gas natural.