La violencia impactaría en el desarrollo del lenguaje infantil
Tiempo de lectura: 3 minutos Según un estudio, que contó con la participación de investigadores chilenos, en aquellas comunas donde hay mayor tasa de homicidios existe un impacto perjudicial en el desarrollo del lenguaje de niñas y niños.
¿Cómo afecta al desarrollo temprano de los niños y niñas la violencia perpetrada en distintas comunas de Chile? Esta es la pregunta que abordó la investigación “Community violence and early childhood language development: The moderating role of maternal efficacy and satisfaction”, publicada en la revista estadounidense Child Development por las académicas Alejandra Abufhele, de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), y Agustina Laurito de la University of Illinois, Chicago.
El trabajo tuvo como objetivo analizar el impacto que tienen los homicidios que ocurren en distintas comunas de Chile en el desarrollo del lenguaje de niños y niñas. Para ello se trabajó con una muestra de 1.194 niños de entre dos años y medio y seis años, en 75 municipalidades del país donde se aplicó evaluación lingüística “Peabody Picture Vocabulary Test-Revised” (PPVT).
Según constataron las investigadoras, los niños y niñas que habitan en comunas donde ocurrió un homicidio justo antes de la aplicación de esta evaluación, obtuvieron puntuaciones de entre 0,18 y 0,41 más bajas en comparación a aquellos que viven en la misma comuna, pero que enfrentaron esta situación (el homicidio) después de la evaluación.
Para el desarrollo del estudio, Alejandra Abufhele y Agustina Laurito, utilizaron los datos de la tercera ola de la Encuesta Longitudinal de la Primera Infancia (ELPI), los que fueron combinados con los datos de Homicidios de las Estadísticas Delictuales Oficiales del Ministerio del Interior. “Ocupamos el número de homicidios por comuna y comparamos niños de la misma comuna. A un niño la prueba se le aplicó antes del homicidio y al otro se le realizó después. Por eso en realidad lo que vemos es un ‘efecto agudo’ del crimen en el desarrollo de la prueba”, explica Alejandra Abufhele.
La académica agrega que decidieron utilizar el Peabody Picture Vovabulary Test-Revised (PPVT) porque “mide lenguaje expresivo, los que nos parece una medida relevante para el desarrollo posterior del niño o niña. Estudiar el efecto de la violencia en el barrio durante la primera infancia es particularmente relevante dados los hitos clave del desarrollo que se adquieren durante este período, siendo la adquisición del lenguaje uno de los más importantes”.
En este sentido, la académica puntualizó que la adquisición temprana del lenguaje afecta muchos otros aspectos del desarrollo de los niños pequeños: contribuye a su capacidad para gestionar emociones y comunicar sentimientos, establecer y mantener relaciones, pensar simbólicamente y aprender a leer y escribir. Además, se ha demostrado un fuerte vínculo entre el desarrollo temprano del lenguaje y los resultados en la vida posterior.
¿Cuáles fueron los resultados?
“La investigación arrojó que efectivamente los niños expuestos a homicidios en su comuna recibieron un puntaje más bajo en comparación a niños de la misma comuna pero que experimentaron el homicidio posterior a la evaluación. Adicionalmente el trabajo muestra que la exposición a múltiples homicidios sí importa, y el efecto negativo es más fuerte para los niños dentro de las comunas más violentas, es decir que están expuestos a más de un homicidio”, agrega Alejandra Abufhele.
El estudio también analizó el Parental Sence of Competence Scale, otro test que se aplicó en la Encuesta Longitudinal de la Primera Infancia. A partir de esta prueba, se testeó si la competencia parental tiene un rol moderador respecto de los efectos de los homicidios en el lenguaje de los niños y si son capaces de amortiguarlo. Sin embargo, “los resultados nos presentan una evidencia concluyente al respecto”, indica Abufhele. A pesar de esto último, en el trabajo de investigación las autoras sostienen que la violencia no tiene que ser localizada o extrema para perjudicar el desarrollo del lenguaje, y que las intervenciones dirigidas a mejorar las competencias parentales pueden tener efectos indirectos en los niños expuestos a la violencia.
“La evidencia sugiere que la violencia en el barrio es perjudicial para los niños y niñas. Sin embargo, la mayoría de esta evidencia proviene de países con altos niveles de violencia. Por ello es importante estudiar los efectos de la violencia en el barrio, en la primera infancia en un contexto como el chileno, donde la violencia ha sido baja, pero está experimentado un importante crecimiento. Las respuestas, estrategias y mecanismos que las familias pueden desarrollar para afrontar esto pueden ser diferentes de los que están en juego en los países donde la violencia ha sido persistentemente alta”, concluyó la investigadora.