Tatiana López Miranda: La primera astronauta análoga chilena
Tiempo de lectura: 2 minutos Gracias a sus padres y su profesora de Ciencias del colegio, desde pequeña la joven estudiante de Ingeniería Civil Aeroespacial entendió que soñar no tenía límites. Así, se convirtió en la primera mujer chilena en participar como astronauta análoga de la Misión Asclepios II.
Tatiana López Miranda es estudiante de Ingeniería Civil Aeroespacial de la Universidad de Concepción. Desde pequeña, miraba el cielo y soñaba con entender cómo funciona el Universo.
Sus padres tuvieron un rol fundamental en alimentar el conocimiento de la joven estudiante, a través de libros que enriquecían sus sueños sobre el espacio. Pero no solo fueron ellos, sino que también su profesora de Ciencias del colegio.
«En quinto básico conocí a mi profesora de Ciencias, Roxana Díaz Pincheira, quien me inspiró a seguir este camino hacia las estrellas, enseñándome que la ciencia salía de los libros y podíamos verla día a día y trabajar con ella en laboratorios. Juntas nos enamoramos de las estrellas y mi sueño desde entonces ha sido poder inspirar a alguien de la forma en que ella me inspiró a mi», cuenta Tatiana a Cooperativa Ciencia.
Esos sueños, poco a poco, se fueron haciendo realidad. Tenía apenas 16 años cuando la Agencia Espacial Canadiense anunció la búsqueda de dos nuevos astronautas. Fue ahí cuando sus sueños tuvieron la oportunidad de concretarse.
En 2021, la joven estudiante resultó seleccionada como la única mujer chilena y latinoamericana en ser astronauta análoga de la Misión Asclepios II, que busca recrear las condiciones para resolver los desafíos del Polo Sur en la Luna.
Aspirar a tocar las estrellas
Ser astronauta análogo significa ser astronauta para una misión análoga, que es aquella que simula las condiciones del espacio aquí en la Tierra con dos objetivos principales: probar toda la tecnología y experimentos que irán al espacio y entrenar a los futuros astronautas que irán en estás misiones.
«Ser la primera mujer astronauta análoga chilena me permite ayudar a pavimentar el camino de todas las niñas que soñamos en llegar a tocar las estrellas. Mostrarle a todas las soñadoras que es posible y que ya ni siquiera el cielo es nuestro límite», afirma Tatiana.
Convertirse en astronauta análoga no fue tarea sencilla. Tatiana y el resto de la tripulación debieron entrenar durante un año bajo distintas condiciones extremas para poner al límite sus capacidades físicas, mentales y de trabajo en equipo. Sumado a eso, tuvieron que aprender todos los procedimientos, idiomas y habilidades necesarias para ser astronauta.
Para la Misión Asclepios II, Tatiana fue la especialista en comunicaciones, el punto de contacto entre la base lunar y el centro de control en la Tierra.
Inspirar a las niñas
¿Cuál es el mensaje para las niñas que piensan en estudiar alguna carrera relacionada con el estudio del espacio? «Que encuentren el campo que las apasione y que sientan que cada día disfrutan de lo que hacen, que se permitan destacar mujeres protagonistas en este mundo un poco masculino, ayudando a inspirar a más generaciones a hacer lo mismo»
«No existen sueños imposibles, ya que todo se puede lograr con perseverancia. Compartan sus sueños con quienes las rodean porque siempre habrá alguien escuchando que las ayudará en este camino», agrega Tatiana, quien actualmente, es mentora de la Red PROVOCA, un programa que acompaña a niñas y mujeres con vocación STEM.