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Chilenos participan en hallazgo del telescopio J. Webb

Chilenos participan en hallazgo del telescopio J. Webb

Cooperativa Ciencia,

Tiempo de lectura: 3 minutos Dos científicos del Instituto de Astrofísica de la UDP y de CATA, participaron en el descubrimiento de las moléculas orgánicas más lejanas del Universo detectadas hasta ahora. La investigación fue publicada en la Revista Nature y se enfocó en una galaxia (imagen principal) que se encuentra a 12.000 millones de años luz de distancia.

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Los científicos participantes son Manuel Aravena y Manuel Solimano, de la Universidad Diego Portales y del Centro de Excelencia en Astrofísica CATA.

Los astrónomos realizaron sus observaciones en una galaxia ubicada a más de 12 mil millones de años luz de distancia. Debido a lo anterior,  la luz detectada comenzó su viaje cuando el universo tenía menos de 1.500 millones de años, alrededor del 10% de su edad actual. Esta galaxia fue descubierta por primera vez por el Telescopio del Polo Sur en 2013, y desde entonces ha sido estudiada por muchos telescopios, incluido el radiotelescopio ALMA y el Telescopio Espacial Hubble.

La investigación liderada por Justin Spilker de la U. Texas A&M, fue posible gracias al trabajo combinado del Telescopio James Webb y un fenómeno llamado lente gravitacional. La formación de lentes, originalmente predicha por la teoría de la relatividad de Albert Einstein, ocurre cuando dos galaxias están casi perfectamente alineadas desde nuestro punto de vista en la Tierra. La luz de la galaxia de fondo es estirada y magnificada por la galaxia de primer plano en forma de anillo, conocida como anillo de Einstein.

Para Manuel Aravena, quien es profesor del Instituto de Estudios Astrofísicos (IEA) de la Universidad Diego Portales (UDP) y miembro asociado del Centro de Excelencia en Astrofísica CATA, señala que “El efecto de lentes gravitacionales actúa como un telescopio natural, amplificando la imagen y permitiendo ver estructuras en el universo distante que sería imposible de ver de otra forma. Este efecto, unido a la sensibilidad única del telescopio Webb, nos ha permitido ver de manera nunca antes vista los componentes de moléculas orgánicas en una galaxia en el universo temprano.”

Este tipo de moléculas pueden ser halladas también en la Tierra en forma de humo, hollín y smog, lo que demuestra el enorme poder del James Webb para ayudar a comprender la química compleja que va de la mano con el nacimiento de nuevas estrellas, incluso en los períodos más tempranos de la historia del universo. “Al menos para las galaxias, los nuevos hallazgos arrojan dudas sobre el viejo adagio de que ‘donde hay humo, hay fuego’, afirma el Doctor Aravena.

Similares al smog y el humo

Los datos obtenidos por este instrumento espacial encontraron la firma reveladora de grandes moléculas orgánicas similares al smog y el humo, componentes básicos de las mismas emisiones de hidrocarburos que causan cáncer en la Tierra y que son contribuyentes clave a la contaminación atmosférica.

Según el Doctor Spilker, primer autor de la investigación “Estas grandes moléculas son bastante comunes en el espacio. Los astrónomos solían pensar que eran una buena señal de que se estaban formando nuevas estrellas. Dondequiera que vieras estas moléculas, las estrellas bebés también estaban allí resplandeciendo”.

Los resultados muestran que esta idea podría no sonar exactamente cierta en el universo primitivo, según detalla Manuel Solimano, estudiante de doctorado del IEA UDP e investigador del CATA: “Los datos en alta definición del Webb nos muestran que hay lugares donde se detectan estas moléculas orgánicas que no están asociados a formación estelar y viceversa. Esto implica una desconexión entre esas moléculas y la formación estelar”.

El descubrimiento corresponde a la primera detección de moléculas complejas de Webb en el universo temprano, un hito que Spilker ve como un comienzo en lugar de un final.

“Tal vez incluso podamos encontrar galaxias que son tan jóvenes que moléculas complejas como estas aún no han tenido tiempo de formarse en el vacío del espacio, por lo que las galaxias son todo fuego y nada de humo. La única forma de saberlo con certeza es mirar más galaxias, con suerte incluso más lejos que ésta”, dijo Spilker

El artículo del equipo, «Spatial variations in aromatic hydrocarbon emission in a dust-rich galaxy«, se puede ver en línea.

Fuente: UDP / CATA


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