Estudio vincula la contaminación con cambios en pH del océano
Tiempo de lectura: 2 minutos El artículo contó con la participación de Cristian Vargas, académico de la Universidad de Concepción, en el que recomienda tomar acciones a escala local y global para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
El académico de la Universidad de Concepción, investigador Centro EULA e investigador de los Institutos Milenios IMO y SECOS, Dr. Cristian A. Vargas, lleva más de 17 años trabajando en su Laboratorio de Ecosistemas Costeros y Cambio Ambiental Global (ECCALab) en la Facultad de Ciencias Ambientales, para estudiar y evaluar los impactos del cambio climático y global en los océanos, con enfoque en los impactos de la acidificación del océano.
En un artículo recientemente publicado, Vargas afirma que las tendencias de largo plazo en el pH de las aguas costeras son muy difíciles de definir, a diferencia de lo que ocurre en el océano abierto. Esto se debe a que en la zona costera la acidez del agua de mar depende de muchos factores, o forzantes, naturales y antrópicas, entre las que se cuentan: la eutrofización de las aguas, ya sea por descargas directas desde el borde costero, o por las descargas de agua dulce de los ríos; los cambios de uso de suelo; los efectos de la surgencia costera, que podría intensificarse en duración e intensidad producto del cambio climático; los aportes de aguas de baja alcalinidad, tanto por ríos, como por el derretimiento de los hielos en sistemas de alta latitud; así como los efectos de la contaminación.
Esto implica que cumplir estas metas requiere de acciones en otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como por ejemplo los asociados con la calidad de agua de los ríos que llegan al mar (ODS6), los efectos del cambio climático (ODS13), o todos aquellos cambios que ocurren en el continente y que afectan a la zona costera (ODS15).
Dentro de las recomendaciones que hace el académico en este artículo, se encuentra el hecho de que “asumir a través de un indicador, que el pH de las aguas costeras solo se ve afectado exclusivamente por el incremento de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y la acidificación del océano, podría obstaculizar acciones a nivel local o regional que pudieran ser tan o igual de relevantes para poder controlar los cambios de largo plazo en el pH de las aguas costeras”.
El Dr. Vargas insiste en que se requieren tanto de acciones a escala local/regional de los organismos vinculados a la sustentabilidad de la zona costera, como de acciones a escala global por parte de los gobiernos, para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
A su vez, señala que “si deseamos monitorear los cambios de gran escala asociados a la acidificación del océano en nuestro planeta, se requiere seleccionar áreas geográficas lejos de la influencia de las forzantes locales que ocurren en la costa (ej. descargas de ríos, surgencia, eutrofización, contaminación, entre otros)”.
El artículo en el que participa el científico chileno es liderado por la reconocida investigadora norteamericana, Jane Lubchenco, quien ha recibido varios premios a nivel internacional, y ha sido una activa defensora de la necesidad de generar acciones a nivel gubernamental para frenar el calentamiento global.
Fuente: U. de Concepción