#50años: Un recorrido inclusivo por la memoria y los DD.HH.
Tiempo de lectura: 2 minutos Las tecnologías y la ciencia han demostrado ser un aliado para hacer que el mundo sea más accesible e inclusivo, especialmente, para personas con algún tipo de discapacidad. ¿Qué pasa si esas herramientas se ponen al servicio de la memoria y los derechos humanos? En el marco de los 50 años del Golpe, Cooperativa Ciencia hizo un recorrido por el Museo de la Memoria, un espacio que se ha puesto como desafío adaptarse para recibir a todas las personas.
Conocer la historia es una cosa, pero conectar e identificarse con ella es distinto. La clave para lograrlo, según Francisco San Martín, mediador del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (MMDH), es acceder a ella a través de los sentidos. «Cuando nos cuentan estas historias quedamos horrorizados, pero al percibirlas desde otros sentidos, desde un audio, un testimonio, cambia radicalmente la percepción y uno se puede dar cuenta y conectar de otra forma«, señala.
Pero, ¿cómo conectar con el pasado cuando una persona tiene alguna discapacidad de tipo visual, auditiva, motora o intelectual? ¿Cómo enseñar el valor de la democracia cuando los documentos no están diseñados de una forma inclusiva y accesible? Este ha sido uno de los desafíos del MMDH, que en los últimos años ha acondicionado sus espacios con tecnologías para que todos y todas puedan vivir una experiencia inmersiva.
«Las tecnologías hacen que la visita al museo sea más autónoma, lo cual es fundamental en la vida diaria de las personas con discapacidad, que puedan tener acceso libre al museo«, destaca el asistente de Documentación, Rodolfo Ibarra.
Ascensores para acceder a todos los pisos, tablets para recorrer 29 puntos del museo y muestras con sistema de lectura braille para personas ciegas, son algunas de las características del espacio dedicado a los derechos humanos y valores democráticos del país.
El recorrido que una persona con discapacidad realiza por el MMDH no dista de ser distinto al que haría el resto del público. Todo comienza en el piso 1, donde un mediador da la bienvenida y explica la vitrina donde se exhiben los Informes de las Comisiones de Verdad en Chile, documentos que dan cuenta de lo ocurrido durante la dictadura civil-militar. Junto con el mediador, hay un asistente que acompaña su narración con lenguaje de señas.
En seguida, las personas con discapacidad pueden acceder a los pisos superiores a través de las escaleras, o bien, mediante ascensores ubicados en cada uno de los pisos. La sala Quiebre del Estado de Derecho es una de las que incluye la mayor cantidad de documentación, con imágenes y recortes de la prensa y el diario oficial relacionados con la dictadura.
«Pude recordar físicamente»
El mediador narra de qué se tratan esos archivos, pero también las personas pueden usar tecnología de Ipads ofrecida por el MMDH, que en su almacenamiento contiene audios descriptivos con lengua de señas y subtítulos en español en videos. El MMDH está también acondicionado con pantallas que tienen recuadros de interpretación en lenguas de seña chilena y subtitulados en español.
«Me acuerdo muy bien todo lo que se sufrió con la dictadura y la tecnología es muy buena, ya que tocando pude recordar físicamente las cosas que mentalmente tenía«, dice María Allende, una de las visitantes del museo.
«Está todo muy bien logrado y bien pensado. Agradezco al museo que haya escrito en braille todo lo que se pueda tocar, eso es muy importante para los ciegos», dice Boris Araos, presidente de la Asociación de Ciegos.
«El Museo de la Memoria ha venido colaborando con las personas con discapacidad para tener una muestra más accesible, sobre todo, para personas sordas y ciegas, con guías que se han instruido en lengua de seña básica. Está el braille, las aplicaciones en el teléfono para que personas ciegas vayan escuchando la descripción por donde están pasando. También es importante la adecuación para personas con discapacidad física, de manera que puedan tener ascensores para acceder a las plantas superiores», comenta el director nacional del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), Daniel Concha.
