Residuos radioactivos de Fukushima: ¿Afectarán a Chile?
Tiempo de lectura: 2 minutos Académicos de la Universidad de Chile advierten que, aunque las cifras entregadas están dentro de niveles seguros, hay una parte de incertidumbre, por lo que será clave estar monitoreando permanentemente los niveles de radiación en el agua.
La profesora del Departamento de Geología de la Universidad de Chile y directora académica del Centro Avanzado Para Tecnologías del Agua (CAPTA), Linda Daniele, explica que “lo que declara tanto la empresa que está manejando esta planta nuclear como la IAEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) es que esto está siendo controlado. Los niveles del tritio son bajos con respecto a los niveles de seguridad tanto de Japón como los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, entonces aquí estamos hablando de un tratamiento que se ha realizado donde esta agua, a grosso modo, aliviada de esta carga radioactiva, es diluida en el mar”.
“¿Qué problema podemos tener? Primero, que en el papel siempre puede funcionar todo muy bien y luego los medios, la naturaleza, es más compleja. Entonces, hay una parte de incertidumbre y también de preocupación sobre estos vertidos, no solo para el ecosistema marino, sino que también por los posibles efectos en la salud humana”, detalla la académica, quien también es investigadora del Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (CEGA) y del Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID).
La profesora Daniele añade que “la exposición a la radiación no es saludable a partir de alguna dosis y esto es bien conocido. Sin embargo, respecto a lo que está pasando ahora hay unos niveles que son bien bajos con respecto a los niveles de seguridad.
Cómo podría afectar a Chile
Por otra parte, el académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Víctor Muñoz, sostiene que “el océano es un sistema interconectado y, por lo tanto, uno debería esperar que en algún momento el material que está en las costas de Japón llegue a Chile”.
“También está el factor de que si el material ya está lo suficientemente diluido, al ser vertido en el mar debería diluirse algo más, pero en sí esto no tendría que ser una señal para no preocuparse en absoluto, porque el movimiento de las corrientes puede ser bien complejo.
El físico añade que “la única solución robusta a eso es que nuestro país esté monitoreando permanentemente los niveles de radiación en el agua, en los alimentos que consumimos, que, de todas maneras, debería ser una medida habitual no solamente a propósito de este evento”.
“El conocimiento técnico y científico acerca de la radiación nos puede tratar de dar algunas certezas. Estamos midiendo constantemente las variables que importan. Podemos darle certeza a la población de que los niveles de concentración en el ambiente, en los alimentos, son seguros, o si la acumulación en los tejidos o en el fondo marino sobrepasa en alguna parte los niveles peligrosos. En el caso del cuerpo humano, el agua con tritio, que es lo que se está liberando, puede ser retenida por unos 15 días aproximadamente, de manera que uno no esperaría que la acumulación, al menos en el cuerpo humano, sea un peligro inminente» sostiene el académico.
Fuente: U. de Chile