Aumenta consumo de marihuana de mayores de 65 años en EEUU
Tiempo de lectura: 2 minutos El porcentaje de personas de más edad que afirmaron haber usado cannabis recientemente en EE.UU. pasó de un 2,4% en 2015 a un 4,2% en 2018. Casi todos los que reportaron haber consumido marihuana (un 98%) sufrían enfermedades crónicas, según detalla un estudio de la Universidad de Nueva York publicado en 2020.
En la última década, el consumo de marihuana entre personas mayores ha ido «en constante aumento», según un estudio liderado por médicos de la Universidad de Nueva York publicado en 2020.
Otra investigación, de la Universidad de California, refleja que gran parte de la población de más edad llega a la marihuana en búsqueda de un tratamiento médico. Mientras que, un 61% de los pacientes encuestados en este estudio indicaron haber usado el THC por primera vez después de los 61 años.
Para tratar enfermedades
Takoma Wellness es el mayor dispensario de Washington D.C., donde Willie Marby, de 73 años, recoge periódicamente su prescripción de cannabis medicinal.
Un ortopedista le recomendó usar THC -el principal componente psicoactivo de la planta de cannabis- para mitigar los síntomas de la artritis en su hombro derecho y ahora forma parte del grupo demográfico en el que más está creciendo el consumo de marihuana en EE.UU.: las personas mayores de 65 años.
«Antes era considerada una droga y muchas personas fueron arrestadas por consumir marihuana (…) ahora estamos entendiendo lo valiosa que es en los procesos de sanación«, dice Marby en entrevista a EFE.
Frente a este escenario, el médico y profesor especializado en Geriatría de la Universidad George Washington, Mikhail Kogan, explica que «el cannabis es legal actualmente en 38 de los 50 estados de EE.UU. y en el Distrito de Columbia, puede ser usado para tratar cada uno de los síntomas geriátricos».
La marihuana en sus diferentes presentaciones, como aceites, vaporizadores o comestibles, es «la droga más segura» que Kogan prescribe a sus pacientes mayores para tratar problemas como el dolor crónico, el insomnio, la ansiedad o la depresión.
«Es mucho más segura que el acetaminofén, el ibuprofeno y otros analgésicos. No ha habido una sola muerte atribuida al cannabis», asegura el doctor a EFE.
Estigma y despenalización
La percepción negativa de la marihuana se agudizó entre la ahora población mayor durante los años 70, cuando la guerra contra las drogas por parte del Gobierno de EE.UU. estaba en su auge y se aprobó una ley que la incluía en una lista de sustancias peligrosas, junto con la heroína y el LSD.
A nivel federal, el cannabis sigue siendo ilegal, ya que no ha sido retirado de esa lista, pero cada vez más estados están legalizando su uso tanto medicinal como recreativo.
«Durante mucho tiempo este producto no logró llegar a las personas que lo necesitaban debido a la manera en la que el Gobierno lo abordó por muchos años», comenta el hombre originario del estado de Luisiana, en el sur del país.
«Me hubiera dado mucha rabia morirme y que alguien subiera al cielo y me contara que por fin la legalizaron», ríe Marby a carcajadas.
Fuente: EFE