Investigan el nivel real de daño de los microplásticos
Tiempo de lectura: 2 minutos Desde hace años que se habla de la presencia de microplásticos en animales, suelos, alimentos e, incluso, en nuestra sangre, pero especialistas de la PUCV señalan que aún no se cuenta con datos certeros para determinar el nivel de peligrosidad de este material.
El académico del Instituto de Química de la PUCV, Waldo Quiroz, explica que aún se sabe muy poco de los microplásticos. “En términos cuantitativos, la información es cierta; este material existe en todos lados, pero cuánto hay o si es nocivo o no para la salud en este momento, es algo que todavía está en pañales y que no cuenta con mediciones confiables”. Es por ello que, junto a investigadores del Instituto de Física de la PUCV, trabaja en un proyecto Fondecyt que les permita determinar un modelo metrológico basado en la química analítica para dar mayores certezas.
Según el experto en química ambiental, en la actualidad se utiliza mucho la discriminación de partículas para determinar su naturaleza. En estos casos, se toma una muestra de sedimento para, luego de un tratamiento químico, determinar qué partícula es plástica y cuál no. Esta práctica, según indica Quiroz, tiene un margen de error del 60%.
Existen técnicas más sofisticadas que entregan resultados más veraces, pero que sólo permiten ver, mediante espectroscopia, si la estructura molecular es de un plástico o no. “Éstas se enfocan en una partícula, pero si se quiere contar las partículas dentro de un pez o lechuga, no sirve”, precisó.
Contabilizar partículas
Dado los problemas de estos procedimientos, el académico trabaja en la búsqueda de un mecanismo que se sitúe en un punto medio, donde puedan identificarse las partículas y contabilizarlas. Para ello, a la muestra se le agrega una tintura selectiva que sólo se absorbe en plásticos y no sobre los demás elementos. Además, ante luz ultravioleta, brilla de distintos colores dependiendo del tipo de plástico presente. “Funciona un poco como los sellos de los billetes y brillan de distinto color, dependiendo del polímero que podría ser pet, pvc u otro”, señaló el académico.
Con respecto al problema para determinar la cantidad de microplásticos presentes en la totalidad de un elemento, Quiroz comentó que la mayor dificultad está en que estas partículas tienen una lógica diferente de distribución: «Con las partículas plásticas aún no tenemos un modelo para determinar, en base a una muestra, cuál es el total de plástico presente, ya que están repartidos de forma más heterogénea”.
Para la resolución de este problema, trabaja junto al investigador del Instituto de Física, Germán Varas, mediante el uso de muestras grandes y de softwares de tratamiento de imágenes, que son entrenados mediante inteligencia artificial. Esto permitirá contar e identificar todas las partículas, determinando también a qué tipo de plástico pertenecen.
Según Waldo Quiroz, este proyecto sería de gran importancia para el desarrollo de la ciencia: “hoy en día, muchos datos publicados utilizan métodos que previamente no han demostrado la no generación de sesgos en cuanto a su funcionamiento, por lo que no dan confiabilidad real de los resultados”.
Fuente: PUCV