La leche materna y su rol para prevenir enfermedades
Tiempo de lectura: 2 minutos Un equipo de científicas de la Universidad San Sebastián y Universidad de Los Andes está analizando la leche materna en busca de biomarcadores que puedan predecir tempranamente patologías en el metabolismo de la madre y su efecto en los hijos.
La leche materna es la mejor fuente de nutrientes para los lactantes. A través de su consumo, garantiza su óptimo desarrollo y crecimiento, permitiendo que crezcan fuertes y sanos.
Sin embargo, poco se conoce sobre los efectos que puede tener su consumo cuando la madre desarrolla niveles de colesterol LDL más altos que lo normal durante el embarazo, lo que también se conoce como hipercolesterolemia. Tampoco se ha investigado si las mujeres mantienen esta condición postparto. Hasta ahora, se ha descubierto que un porcentaje significativo de mujeres -cerca de un 35%- desarrolla hipercolesterolemia, lo que incrementa el riesgo cardio metabólico.
«No se ha estudiado si esto impacta en la leche, cómo impacta al hijo y a ellas. Cuando un adulto tiene más del colesterol normal se interviene, se debe dar una dieta especifica o medicamentos, pero durante el embarazo no se puede intervenir con medicamentos, y en el postparto estos medicamentos en algunos casos se dan pero con supervisión medica», explica Susana Contreras, investigadora de Nutrición y Dietética de la USS.
A raíz de esta problemática, investigadoras de la Universidad San Sebastián y Universidad de los Andes buscan detectar biomarcadores en la leche materna que permitan predecir y abordar tempranamente patologías en el metabolismo de la madre y su efecto en los hijos.
Foco en las madres e hijos
Existen antecedentes de que los recién nacidos con madres que tienen hipercolesterolemia tienden a presentar un rápido aumento de colesterol. «Durante el embarazo, la placenta hace que el colesterol elevado de la madre no le llegue tanto al feto. Eso explicaría que el bebé nazca con niveles normales de colesterol, pero creemos que durante el amamantamiento se traspasa el colesterol, lo que estaría relacionado con este ascenso tan rápido de colesterol en bebés», detalla Contreras.
El problema de la hipercolesterolemia es que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En este caso, afectaría tanto a madres como a sus hijos: «Estos niños en edad adulta o adolescente tienen mayor riesgos de tener enfermedades cardiovasculares«, señala María José Yáñez, investigadora de la carrera de Tecnología Médica.
Las investigadoras están analizando la leche materna en busca de biomarcadores, como la leptina, micro-ARN y otros marcadores del metabolismo lipídico, que puedan indicar el desarrollo de patologías en el futuro. Estos biomarcadores podrían ser utilizados para realizar ensayos funcionales y comprender mejor el riesgo cardiometabólico tanto para la madre como para el hijo.
«Hay un montón de biomarcadores que podrían estar asociados a enfermedades cardiovasculares, uno de ellos es la leptina. Cuando la homeostasis de la leptina está desregulada, el sentimiento de saciedad no llega. Si la leptina en estas mujeres con hipercolesterolemia está desregulada y si se transmite a través de la leche, tendría efectos en el hijo: va a consumir más, va a tener un menor gasto energético, va atener mayor apetito y mayor producción del tejido adiposo«, destaca Yáñez.
El proyecto, que también cuenta con la participación de la investigadora de la U. de los Andes, Reyna Peñailillo, tiene una duración de 18 meses. A través de la recolección de muestras y el reclutamiento de participantes, se espera obtener resultados significativos que contribuyan a una mejor comprensión de la salud materna, la leche y el impacto en la descendencia.